EL TURPIAL Y LOS LOBOS

               EL TURPIAL Y LOS LOBOS

-Una soleada mañana de primavera un turpial revoloteaba alegremente sobre las copas de los árboles en medio del bosque.  El ave iba y venía alegremente entre el tupido y verde follaje llevando hojas y pequeña ramitas para construir su nuevo nido.

          Mientras volaba sobre la fronda bañada por el rocío del alba, el pájaro extendía orgulloso su vistoso plumaje negro, amarillo y blanco, a la vez que trinaba hermosas melodías que resonaban con armoniosos ecos en medio del silencio de la selva.

           Repentinamente, en pleno vuelo, el pájaro sintió el fuerte impacto de una pedrada en una de sus alas. aturdido por el dolor, el turpial trato en vano de mantener la estabilidad en el aire y de seguida se precipitó a tierra, cayendo la maleza.

Derrumbado sobre la hojarasca, el turpial vio venir el final de sus días cuando advirtió  que un lobo feroz avanzaba lentamente hacia el, relamiéndose los bigotes.

--No me devores---imploro el asustado turpial--y cantaré para ti mi más bellas canciones cuantas veces quieras, mientras sano de mi ala lastimada.

                El lobo, tal vez no muy hambriento, acepto la propuesta y se dispuso a escuchar el concierto. momento después, el lobo regresó con la loba, trayendo con ellos algunos granos para alimentar al pájaro tembloroso y herido. Desde luego, el turpial volvió a trinar varias melodías de si repertorio.

            EN UNA NUEVA ocasión, el lobo trajo a su hembra y sus cachorros, quienes también disfrutaron las interpretaciones de tan singular solista.

              Ya el turpial comenzaba a sentirme recuperado a sentirme recuperado cuando otra vez el loco visitó acompañado de varios ejemplares de si manada : una nueva edición del concierto no se hizo esperar y las dulces nota del canto otra vez arrullaron el bosque.

               Sorpresivamente, mientras los lobos, comodante echados sobre la hierba, escuchaban extasiados el recital, se presento uno de ellos, que avanzo agil y resultamente hasta el pajaro; le lanzo un certero zarpazo y el engullo de un solo bocado.

      El resto de la manada quedó consternado y molesto porque el lobo sordo les había arruinado tan exquisita serenata .

Escrito: syedchand786

Original

Spanish  

@elguille @hr1 @Booster @pal