He escrito más de lo que puedo imaginar, y puedo asegurar qué la mitad de todos esos escritos, fueron para ti.

Te he escrito en tantas ocasiones en la oscuridad de mi cuarto que he perdido la cuenta, de cuantas veces te he buscado en mi cama vacía negándome a los hechos de tu ausencia, cuando la noche se avecina con su presencia.

Que es extraño que ya no estés, que tu voz quebradiza apenas la puedo recordar, embarca mi corazón como un ancla a un barco, una tan pesada que es imposible de levantar, y una cadena tan atroz, que no se puede doblegar.

Más fuerte que cualquier otro material, me hunde nuevamente en el mar, en un fondo abismal, del que en estas noches incesantes no puedo escapar, me recuerdan lo débil que he sido, que por mucho que aparente lo contrario, jamás abandonaré lo que soy.

Una amargura que atá mi razón, rodea mi corazón y lentamente... lo llena de aflicción y cada palabra que he formado un consuelo una redención, para el chico débil que fui, y me recuerda una promesa que debo cumplir.

El tiempo jamás se detendrá y he incumplido tantas promesas, que ya no puedo más... aun debo salvaguardar, las palabras que una vez creé, no las puedo abandonar también...

[Ya no se ni lo que escribo (?)]