Las abejas pueden aterrizar sin problemas en prácticamente cualquier ángulo. ¿Cómo lo hacen?
Piense en lo siguiente: Para aterrizar con seguridad, la abeja debe reducir su velocidad de aproximación hasta que se detenga casi por completo antes de establecerse. Una forma lógica de hacerlo sería calcular dos factores: primero la velocidad del vuelo y la distancia al objetivo, y luego reducir la velocidad dependiendo de ambos factores.
Sin embargo, esto sería muy complicado para la mayoría de los insectos, ya que tienen ojos muy cercanos y un enfoque fijo, lo que les impide medir distancias directamente.
La visión de las abejas es muy diferente de la visión binocular de nosotros los humanos, podemos calcular qué tan lejos estamos de un objeto. Entonces, ¿cómo se calcula la distancia? Aparentemente, usan el simple hecho de que los ojos se ven más grandes a medida que se acercan a ellos, y que cuanto más cerca están, más rápido parecen aumentar de tamaño.
Los estudios han determinado que las abejas reducen su velocidad de vuelo de modo que la velocidad a la cual su obejtivo "aumenta" de tamaño es constante. Para cuando una abeja llega a su destino, ha reducido su velocidad casi por completo, por lo que puede aterrizar sin problemas