Confieso que cuando estaba en el liceo (secundaria), la universidad era mi más grande miedo supongo que esto pasaba porque desde siempre fui una persona introvertida que tenía amigos, claro, pero que no era de hablar mucho, ni de llamar la atención ni de ser tan sociable y conocida como los más populares del salón de clases y más porque siempre me metían un psicoterror de que la universidad era sólo para gente grande/adulta/mayor y pues yo con 15 años creía que me vería como una bebé recién nacida y que no iba a encajar en ningún lado pero para mi sorpresa, no fue así.
Como ya lo mencioné, entré a la universidad con 15 años, recuerdo ese primer día claramente, estaba con la que era mi mejor amiga en aquel entonces, Silvia, las 2 escogimos estudiar la misma carrera y por ende inscribimos juntas el semestre y teníamos el mismo horario, ese día llegamos a la universidad y yo por fuera me veía de lo más relajada pero por dentro estaba tirada en el piso llorando en posición fetal porque no sabía de qué se trataba todavía a lo que me iba a enfrentar por el resto de mis días universitarios.
Entramos a nuestro primer módulo de clases, habían como 25 personas aproximadamente en el aula, se veían casi todos de 17 años en adelante y nada era como me lo habían contado, gracias al cielo no nos pusieron a presentarnos en frente de todos porque creo que ahí sí iba a sufrir un colapso mental en pleno primer día de clases y bueno, qué vergüenza. Ese mismo día tuvimos que formar grupos para hacer trabajos y ya para ese momento Silvia y yo habíamos empezado a socializar con nuestros demás compañeros y todo fue fluyendo de la manera más normal del mundo, todavía recuerdo sus nombres: Ángel, Carmen, Gustavo, Luis, Antonio y muchos más que no vienen a mi mente sus nombres en este momento.
Yo me sentía sorprendida de mí misma porque a diferencia de la escuela (primaria) y el liceo (secundaria) aquí todo se me hizo mucho más fácil a pesar de que ya venía con todo ese miedo e inseguridad en mi cabeza, ya el primer día me sentía cómoda y a gusto estando ahí cosa que no me pasaba anteriormente y me preguntaba: ¿por qué?, a lo mejor en el fondo ya yo estaba preparada para todo esto pero no me había dado cuenta, tanto fue así que a medida que pasó el tiempo me separé de Silvia, yo tenía mi propio círculo de amigos y ella el suyo y ya casi ni nos veíamos ni hablábamos, cosa que yo nunca imaginé que podría llegar a pasar ya que no me veía nunca separada de ella porque pensaba que era la única a la que iba a conocer y a tratar en ese sitio pero una vez más, no fue así. Siempre estuve equivocada.
Llegó un punto en el que ya no supe más nada de ella, yo andaba en mi mundo con mi gente y simplemente no me importaba nada más, y fue ahí en donde empezó mi época dark/emo (me vestía siempre de negro, sólo usaba Converse o DC Shoes, me ponía pulseras y correas de cuero con puyas de metal, me aplicaba delineador negro en los ojos todos los días, usaba gorros, sólo escuchaba rock/metal y detestaba a muerte el reggaeton) obviamente todos mis amigos también vestían así y siempre estábamos juntos, formábamos como una especie de "nube negra" y todos nos veían como feo pero yo me sentía feliz así pero como todo comienzo esta etapa tuvo su final y como sucedió con Silvia poco a poco nos fuimos separando (unos dejaron los estudios, otros se cambiaron de universidad, otros de carrera y así) pero sin duda, esos fueron mis mejores días hasta ahora y actualmente todavía mantengo contacto con algunos de ellos (gracias a las redes sociales).
Pienso que ese fue el momento en el que yo "me liberé", estaba haciendo algo que nunca me había atrevido a hacer; vestirme y usar lo que yo quisiera por "miedo" y curiosamente la universidad (siendo otro de mis miedos) fue mi incentivo para hacerlo, fue como la película Inception pero en este caso no con sueños sino con miedos, un miedo dentro de otro.
Después de eso yo simplemente continué estudiando ya con otros amigos que conocí más adelante y actualmente ya estoy graduada y NADA absolutamente nada fue como me lo contaron porque yo misma me encargué de averiguarlo y de esa forma la universidad que era uno de mis más grandes miedos desde que empecé a tener uso de razón se convirtió en lo más bonito que me haya pasado en mi vida hasta ahora.
Qué hipócrita eres hablando de superar los miedos mientras te escondes de los capucos.
JAJAJAJAJA. Conchale vale, eso es diferente.