Pueblo chico infierno grande. Una extraordinaria actuación de la veterana Frances McDormand es la responsable de un mayúsculo revuelo desarrollado en una pequeña villa del medio oeste norteamericano, en donde todos se conocen y en un lugar en donde aún hoy persisten resabios racistas. El argumento es muy ingenioso y retrata la forma en que una madre herida publicita —carteles gigantescos mediante— la desidia y la infamia policial reclamando justicia. El director y guionista McDonagh elabora una descripción y, sobre todo, una evolución en todos los personajes secundarios sin caer en el facilismo de buenos muy buenos y de malos malísimos; lo interesante es que aborda un hecho dramático en tono casi de comedia, con mucha intriga, acción y utilizando las 2 horas de duración a cabalidad sin que pueda reprocharse metraje innecesario, entreteniendo y sin el mínimo atisbo de aburrimiento. Y como si fuera poco con un final nada maniqueo. En mi opinión, una muy buena película que tiene diálogos brillantes, con excelentes actuaciones y con una banda sonora notable, que merece ser recomendada.