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RE: Let's talk about food / Hablemos de comida 🇬🇧 🇪🇸

in #spanish2 years ago (edited)

Que trabajo he pasado para comentar este post !!! Debe ser todo lo que quería decir y de alguna manera se me bloquea el teléfono en algún punto. Vaya maldad.
Te cuento que me crié comiendo ancas de rana, de hecho la única carne que comí sin chistar. La segunda mitad de los 80's fueron una época en que las recetas de Nitza Villapol se podían hacer sin remordimientos. Donde los sucesos culturales mas exquisitos sucedían para que los deleitara una adolescente como yo sin un centavo en el bolsillo. Años en los que disfrutamos aparentando la utopía de una civilización que no necesitaba el dinero para vivir. Llegaron los 90's y nos descolocamos, de repente todo costaba tanto que se nos hizo evidente la necesidad urgente de dinero, comer se convirtió en la prioridad y las elevadas canciones trovadorescas fueron a parar al olvido tras un trozo de carne o unas libras de arroz. Así las cosas nos volvemos a colocar en la espiral de la historia, que cada 20 años nos da una lección. Ya no sé, cada día se menos. Me queda sumarme a tu deseo de que cada cubano disfrute lo que guste comer, ya siento el astío de mis 52 años viviendo al límite. Con la comida asegurada vienen la sabiduría y la humanidad dándose la mano, la creatividad y el arte, la dicha de crear belleza, tal como lo vi en los 80's.

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😄 Es tremendo, verdad. De las ancas recuerdo que se movían mientras las cocinaban. Eso me horrorizaba. Sin embargo, estaban muy buenas, la verdad. No te puedo decir que sabían a pollo porque les sentía allá en el fondo un visillo de mar, o de charco. A mí me gustaban, no te puedo mentir. La de cosas que viví en aquella época de carencias. Recuerdo a mi padre en su bicicleta china queriendo llegar a puro pedal a Pinar del Río, a Pilotos, su pueblo natal. Creo que nunca lo consiguió. Terminaba metiendo la bici en lo que fuera que pasara. En otro de los momentos álgidos en los que no había ni con qué cocinar, le dio por hacer carbón atrás del edificio. La aventura comenzaba con un viaje a un marabuzal y terminaba con mi hermana y yo de carboneras, todas tiznadas, velando el horno macabro. Tengo... tengo para contar... esto quizás pudiera ser un post demasiado intenso e interesante.
Te abrazo. Y ojalá que este abrazo sea también un exorcismo para esa Covid porque hace falta que ustedes ya salgan de esa calamidad.