Si das Amor, Recibirás Amor (Reflexión Familiar)

Hola a todos, hoy quisiera compartir con ustedes, una de las tantas experiencias que he vivido, que me han permitido entender que "Si das amor, recibes amor".

¿A cuántos de ustedes, alguna vez en la trayectoria de su corta o larga vida les ha hecho falta un poco de amor?, ¿A quién no le gusta sentirse amado? hace algún tiempo viví una experiencia con una ancianita que llegó a la sala de emergencia del establecimiento de salud donde yo laboro, aquel cuadro me llamó la atención, la señora con gesto de dolor en su rostro y las manos colocadas en su pecho me daban a entender que probablemente estaría sufriendo un infarto, para mí sorpresa al realizarle el electrocardiograma éste no arrojó ningún indicio de falla cardíaca. Me acerqué a aquella señora y comencé a hablar con ella para indagar más el motivo del malestar que le aquejaba, ella pausadamente comenzó a explicarme desde cuándo comenzó a sentirse mal y luego de un rato hizo una pausa, y para mí sorpresa, aquella señora con lágrimas en los ojos me comentó en voz baja que uno de sus hijos la había maltratado y que desde ese día se había sentido muy mal.

En aquel momento vi a mi propia madre reflejada en aquella señora, y mi impulso inmediato fue abrazar a aquella mujer triste y desvalida que solo pedía a gritos un poco de cariño y comprensión, y así lo hice sin importar lo que pudieran comentar mis colegas. Muchas veces un poco de amor sana más rápido que cualquier medicina.

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En este sentido, quiero que hagas está reflexión: si aún tienes a tus padres vivos, desde cuándo no les dices: te amo!, Eres especial para mí!, gracias por cuidar de mí, etc.; si los tienes cerca de ti, desde cuándo no los abrazas, o les das un beso en la frente, o frotas su espalda con ternura, desde cuándo no los alagas con un presente sin que sea el día de su cumpleaños, en fin, tantas cosas que nosotros, como hijos, podemos hacer por esos seres amados.

Nuestros padres a veces sufren en silencio, al percatarse de que una vez que sus hijos crecen, se realizan e independizan, también se distancian de ellos, y nosotros ignoramos el anhelo de su corazón, porque mucho más que el dinero y las cosas materiales que les podamos dar, lo que en realidad desean en la vida es un poco de amor.

Ya no pierdas más el tiempo, si estás cerca de esos seres amados, abrázalos, diles cuánto los amas; si estás lejos, por favor, llámalos y diles lo importante que son para ti y lo mucho que los extrañas y no te canses de repetirles cuanto los amas. Porque no sabes si hoy, Jehová Dios te está brindando la oportunidad de que puedas lograr que en el rostro de tu madre o tu padre se dibuje una hermosa sonrisa de felicidad. Recuerda, que algún día vas a ser madre o padre, si acaso yo no lo eres, y de lo que hayas sembrado en tus padres de eso mismo cosecharás.

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Te puedo decir con plena convicción, que el dar amor es una de las satisfacciones más grande que he podido experimentar, con mis padres, mis hijos, mis nietas, mis hermanos. Y les quiero decir, que no se imaginan cuánto deseo que mis padres estuvieran vivos para abrazarlos y mimarlos, más a mi madre, y no es por menospreciar a mi padre de ninguna manera, sino, que con ella pasé más tiempo porque Dios me permitió vivir cerca de ella. Y para qué negarlo, la extraño demasiado y a veces mis ojos se llenan de lágrimas al recordarla, pero en lo más profundo de mi corazón tengo paz porque mientras estuvo viva procuré cumplir con lo que Dios estableció en su palabra, por eso comparto con todos ustedes el texto Bíblico que se encuentra en el Libro de Efesios, Capítulo 6, Versículos 2-3:

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(2) Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
(3) para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

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Gracias por llegar el final de esta lectura, espero que haya tocado tu corazón y bendecido tu vida. Hasta otra oportunidad… Shalom