Al llegar y ser recibidos por el doctor, pudimos notar fácilmente la alegría y satisfacción que como encargado de la salud del sector sentía… De manera espontánea nos contó su experiencia en el dispensario, desde su llegada hasta la actualidad, donde prácticamente ha pasado de momentos malos a peores, en fin el reflejo de la actual Venezuela.
Pero el saber que podrá ayudar un poco más a los habitantes del sector aunque de manera finita, debido al granito de arena que se aportó, lo llevo a sentirse un poco aliviado y saber que “Dios aprieta pero no ahorca”…
En realidad una de las experiencias más gratificante como ser humano es ayudar al prójimo, ver y sentir las expresiones de la persona, algo que sabes que es para su bienestar, sentirse mejor… Y no lo entiendes hasta que lo vives.
Jesús dijo: ama a tu prójimo como a ti mismo, quien ama a la persona de su alrededor atrae bendiciones y el favor de Dios a su vida. Noble labor, sigan adelante. Saludos @rigobertofiguera