Curtis y Robert eran 2 amigos desde la infancia, habían crecido juntos en un pueblo caluroso llamado San Pedro, se habían conocido desde que ambos tenían aproximadamente 4 años, unidos por su amor al deporte y a la música disfrutaban bastante de la compañía del otro. A ambos les encantaba la música rock, de hecho ambos tocaban el mismo instrumento musical: la guitarra. 

Criados por familias de clase media, ambas familias les encantaba escuchar clásicos del rock desde Queen, Guns N' Roses y Aerosmith hasta Oasis, Nirvana y Metallica. Todas esas bandas contaban con un maravilloso guitarrista, puesto que Curtis y Robert eran bastante aficionados a este instrumentos debido a que sus ídolos eran destacados en estas bandas. Habían empezado a tomar clases de guitarra desde los 7 años, ambos al mismo tiempo ya que prácticamente eran inseparables, iban a clases a la misma hora juntos y al finalizar estas clases casi siempre se iban a practicar a sus casas, pues la guitarra y la música ya se había convertido en una pasión para ellos. 

Pero esa no era la única pasión que compartían, el fútbol era algo que también disfrutaban desde niños, así que cuando no estaban tocando guitarra estaban simplemente jugando fútbol o en la escuela. 

Curtis: ¿Sabes algo Robert? Quisiera algún día tener una banda de rock cómo Queen, mira la gran cantidad de personas que asisten a sus conciertos. Sería genial estar ahí algún día.

Robert: Por su puesto que sería genial tener una banda de rock, es algo que siempre he soñado, pero aún no tenemos el nivel que tiene un guitarrista profesional. 

Curtis: Pero claro que no Robert, somos apenas niños, pero si seguimos practicando como lo hacemos ahora quizá seremos igual de buenos que ellos algún día.

En ese momento la escuela no era algo tan preocupante debido a que eran niños, y a esa edad la escuela es prácticamente nula en cuanto a preocupación, así que los niños tenían bastante tiempo para practicar con sus instrumentos o simplemente disfrutar de su deporte favorito como lo era el fútbol. Asistían a la escuela, llegaban a casa a almorzar y después les quedaba todo el día para disfrutar de sus pasatiempos favoritos. Mientas los otros niños jugaban con videojuegos ellos desarrollaban sus habilidades para tocar la guitarra, para la corta edad que tenían eran guitarristas fantásticos.

Pero obviamente esta utopía del tiempo libre llegaría eventualmente a su fin poco a poco a medida que fueran creciendo, y prácticamente sin darse cuenta. En secundaria seguían siendo amigos inseparables, pero ya habían empezado a disminuir el tiempo libre que tenían debido a las tareas que les mandaban para la casa. Aquí en este tema ya se habían comenzado a diferenciar un poco, pues a Curtis le había comenzado a ir no tan bien como a Robert en cuanto a sus calificaciones escolares, a Curtis parecía importarle menos que a Robert ese tema. 

Curtis: ¡Vaya! he vuelto a reprobar otra materia, no se como haré para aprobarla el próximo lapso. 

Robert: Bueno amigo, yo creo que deberías preocuparte un poquito mas por tus calificaciones, ya que si no apruebas con buenas notas es muy poco probable que te acepten en una universidad de prestigio.

Curtis: Para serte sincero, hay materias que me aburren totalmente y esto hace que no les preste atención, al fin y al cabo yo quiero ser músico, y si quiero ser músico ¿de que me sirve aprender los conceptos de Gregor Mendel en biología? Me sirve de nada en realidad.

Robert: pero Curtis, debes saber de todo un poco para así tener una opinión mas objetiva acerca de todo.

Curtis: Si Robert, quizá si tengas razón, lo intentaré. 

Para ese momento ya ambos tenían 15 años de edad, pero aún seguían compartiendo su pasión por la música y la guitarra eléctrica, incluso Curtis había iniciado en una banda solo por hobbie, a Robert le parecía bastante agradable la música que hacían en su tiempo libre. Pero aún así Robert era el más preocupado por el tema de las notas escolares. 

Durante el año escolar, Curtis no parecía mejorar su situación académica, de hecho en una clase un profesor llegó a llamarlo fracasado y además le dijo que jamás lograría algo en su vida si no se dedicaba estrictamente a estudiar como sus otros compañeros, Curtis tenía el peor récord de la clase. 

Sin embargo nada de esto parecía desanimarlo, cuando Robert le preguntaba que cómo se sentía respecto a esta situación, Curtis simplemente le seguía insistiendo en que ciertas materias no tenían nada que ver con lo que a el le gustaba y que lo que decía el profesor le importaba poco. 

Robert: Amigo vamos, entiendo todo lo que te gusta la música y eso, pero es muy poco probable que eso te lleve a algún lado, mira lo que le pasó a Michael, el pobre aún nada que se levanta. 

Curtis: Te lo he dicho mil veces Rob, me aburren esas materias, para serte sincero no veo el punto de tener que cursar y ver clases en materias de las que no tienes interés alguno, mi mamá es abogada y jamás ha tenido que hacer nada referente a la biología o matemáticas que también me aburren.

Robert: Claro, pero ¿Cómo harás en el futuro cuando en la universidad te pidan las notas para ingresar? 

Curtis: No estoy seguro. 

A medida que pasó el tiempo ya eran mas los profesores que estaban en una especia de guerra contra Curtis debido a que lo consideraban una mala influencia para el resto de los alumnos del salón. En esa insistencia de los profesores por hacer sentir mal a Curtis, este terminó retirándose de la secundaria. Su amigo Robert parecía estar muy preocupado por él. Todo parecía indicar que Curtis iba por la vida sin rumbo alguno, o al menos eso pensaba Robert muy preocupado por su amigo. 

Mientras tanto, Robert y Curtis se distanciaban más y más ya que esta vez parecían tener intereses distintos, Curtis seguía con su pasión de tocar la guitarra y formar una banda mientras que Robert si estaba muy preocupado por impresionar a sus profesores con sus altas calificaciones. 

Llegada la época de la universidad, Robert disponía de un tiempo libre casi nulo debido a sus estudios, Curtis seguía enfocado en su mundo musical. Robert se veía bastante agotado cada vez que se encontraba con Curtis, y estas veces eran realmente escasas. 

Después de varios años, Robert se encontraba con un doctorado en medicina y tenía muchos años sin saber de su amigo Curtis, hace un tiempo que ya habían dejado de verse muy a menudo, sin embargo aún se tenían el aprecio de ser mejores amigos. 

Robert a menudo se preguntaba que había sucedido con Curtis puesto que no sabía casi nada de su vida desde hacía mucho tiempo. A todas estas, él pensaba que Curtis había terminado en el fracaso debido a su mal desempeño académico. 

Un día, Robert prendió la TV e increíblemente vio a su amigo de la infancia Curtis montado en una tarima con su propia banda, estaba siendo transmitido en vivo. Robert se sorprendió totalmente por lo que estaba viendo, de hecho se quedó en shock puesto que no podía explicarse como había sucedido eso, parecía que Curtis sin importar lo sucedido en la secundaria había alcanzado lo que más quería en la vida, ser músico. 

Robert desde ese día trató de comunicarse con su amigo, hasta que un día logró establecer contacto con este. 

Curtis le comentó cómo había sido la vida desde que había abandonado la secundaria, mencionó que desde entonces a pesar de las duras críticas de sus profesores, supo que definitivamente su camino a seguir era el de la música como había planeado desde la infancia. 

El mensaje de esta historia es que jamás hay que dejar que terceros te valoren mediante cosas externas, la única persona en el mundo que nos puede poner un determinado valor somos nosotros mismos. Y a pesar de que en algo no seamos buenos, no significa que no tengamos otros talentos latentes esperando por ser explotados, para alcanzar el éxito simplemente uno debe seguir el instinto individual de uno mismo sin escuchar las críticas que otros tengan. 

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