En un día normal de trabajo acostumbro a almorzar con mis compañeros Ana, Eliza, Antonio y José.
Mientras lo hacemos conversamos, nos reímos y muchas veces comentamos sobre nuestros problemas cotidianos en el hogar, con los hijos, con nuestras parejas, hablamos sobre anécdotas en el súper, de un paseo y así sucesivamente disfrutamos nuestra hora de almuerzo todos los días. Pero José tenía varias semanas que ya no almorzaba con nosotros, al medio día se despedía y se iba a almorzar con su mamá, no nos pareció extraño ya que él es hijo único y siempre estaba muy pendiente de ella. Uno de esos días antes de irse nos dijo: “estoy muy preocupado por mi mamá. La veo un poco callada, se le está olvidando las cosas, la otra vez dejo la puerta de la casa abierta, otro día olvido apagar la hornilla y dejo todo un día el horno prendido, el fin de semana salí con ella a caminar y se perdió, estuve muy preocupado buscándola y cuando la encontré me pregunto: ¿ quién eres tú?”. Desanimado nos dijo “yo le estaba atribuyendo todo esto a la vejez, pero la lleve a el médico y le diagnosticaron Alzheimer”.
Yo pensé que no era justo que la persona que te dio la vida. Te vio crecer y te conoce tanto tiempo te pregunte que quién eres. Me dio mucha tristeza por lo que él y su mamá estaban pasando.
Es increíble como una enfermedad puede cambiar la vida de una persona y la de sus seres queridos. José ha tenido que estar de permiso por cuidados médicos, dejar a un lado su maestría en historia para estar al lado de su madre que además ha caído en la depresión. Él tiene miedo que ella este peor.
Y por todo lo que le está sucediendo a José con su mamá por culpa del Alzheimer me he sentido un poco preocupada por mis padres, les he comentado lo que le está sucediendo a la mamá de mi compañero de trabajo y les he dicho que por eso hay que ejercitar la memoria ya que me puse un poco a investigar en internet sobre esta enfermedad que me parece tan cruel. Y les dije ¿que tengas que olvidar a tus hijos? ¿Tu familia? ¿Y sobre todo los momentos felices que has vivido con ellos? Nooooo ¡eso es demasiado!
COMO ES QUE DE UNA MALA EXPERIENCIA DE ALGUIEN SACAS ALGO POSITIVO
Es así, como a través de esta experiencia de mi amigo hasta yo estoy tratando de prestarle más atención al cuidado de la mente, ya que esto me puede ayudar para retardar la pérdida de la memoria a través de los años y evitar el Alzheimer. Además que lo más horrible de esta enfermedad es que puede provocar demencia y llevar a la persona que la padece hasta el suicidio. ¡Qué horror!
COMO PREVENIR LA PÉRDIDA DE LA MEMORIA
Ejercita tu memoria como si fueras al gimnasio todos los días, trata de recordar imágenes, palabras, colores. Una forma que a mí me parece muy divertida y me gusta es realizar crucigramas o sudoku que son un poco complejos pero lo intento, nada se pierde. También puedes hacer ejercicios como yoga, salir a caminar, mi tía dice que leer estimula el cerebro, tratando de recordar y comprender lo que hemos leído por supuesto, hacer un curso, o aprender un idioma, aprender a tocar cualquier instrumento, son técnicas o ejercicios que nos puede ayudar muchísimo a retardar y prevenir la perdida de la memoria. También llevando una vida sana, comiendo alimentos como el pescado que tiene un alto contenido de omega 3, los frutos secos, que tienen muchos beneficios para la salud, es decir; que con una dieta sana podemos evitar cualquier enfermedad. Sobre todo para contrarrestar la pérdida de la memoria al llegar a la vejez puesto que el Alzheimer es una enfermedad que puede surgir a partir de los 50 años.
No olvides que con todas estas técnicas o ejercicios para ejercitar la mente y la memoria igualmente estamos contribuyendo a entrenar nuestro intelecto.
Si tenemos un familiar con algún tipo de problemas de memoria recuerda tener mucha paciencia y tratarlos con amor y cariño porque nosotros en algún momento llegaremos a la edad de la vejez.
Recuerda que lo más importante es nuestra salud. Si no tenemos salud no tenemos nada y todo lo que tengamos no sirve de nada.