#TallerAzul
Cordiales saludos, compañeros del taller. Espero estén todos muy bien. Nuevas complicaciones me han impedido subir antes mi comentario, mis disculpas @miguelvargas. Sin embargo, acá está:
El cuento presentado por @miguelvargas, bajo el título «Relato de una Lesión Musical», refiere la experiencia de un músico que hace presentaciones en el Metro de Caracas. La escena que se narra es muy corta, y se resume al ingreso del músico a uno de los vagones del transporte público, su interpretación ante los pasajeros y el gesto de gratitud de parte de estos y de una madre y sus hijos pequeños. A pesar de su brevedad, el texto muestra una potencia y una fuerza expresiva a partir de una mezcla entre un estilo cercano a la crónica y un marcado acento poético. Las acciones descritas son pocas, pero el narrador, el propio músico, se detiene morosamente a repasar las sensaciones y emociones que capta durante la escena. Al decir del narrador, este tipo de experiencias se convierte en un oasis en medio del infierno que es la realidad que se padece cotidianamente, y que los hace «más fuertes, más sensibles, más humanos». Es un cuento que fluye muy bien, en el que @miguelvargas muestra sus destrezas narrativas y un diestro uso del lenguaje, cuya lectura he disfrutado mucho por su calidad literaria. Me he sentido muy contento con la capacidad del texto de sugerir, de evocar, de comunicar emociones y sensaciones, en una sola frase: una forma estupenda de conjugar música y literatura.
Cuando uno lee un texto tan bien escrito y mejor estructurado como «Relato de una Lesión Musical» puede caer fácilmente en la tentación de despacharlo con rapidez alegando que no hay nada que criticarle. Pero sé de la necesidad de que quienes nos estamos formando como escritores aprendamos a emular a quienes lo están haciendo bien: no solo hay que felicitar al autor, hay que comentar aquello que ha hecho bien para que otros lo repitan. Buena parte de las virtudes de este texto ya las he señalado: una escena con unas acciones muy claras y delineadas, una potencia expresiva basada en giros poéticos que dan una fuerza tremenda al texto, un manejo laborioso y cuidadoso del lenguaje.
Este uso particular de la lengua acude a la frase corta para dinamizar la narración y darle al texto claridad narrativa. A esto le acompaña una adjetivación que raras veces causa ruido (caso de semáforo popular, que no dice nada), pero que en la mayoría de los casos propone imágenes de una belleza singular: tablas inorgánicas, arma sonora… Este puede parecer un aspecto que no reviste de mayor importancia, pero en el caso de este cuento pienso que está en sintonía con los otros niveles del texto y contribuyen con su calidad literaria y su comprensión.
El motivo que articula y da sentido al cuento de @miguelvargas, es el del artista en el encuentro con su público, que valora y aprecia su arte. En este sentido tiene reminiscencias de obras universales de la literatura en las que se explora el sentir del artista, del creador, cuando ejecuta su arte, cuando desarrolla su performance. Sin embargo, @miguelvargas sabe dar color local en su historia a la situación de este músico, al ubicarlo en el contexto venezolano, en el Metro de Caracas, y sale bien salvado.
Como aspectos a mejorar, solo apunto dos cosas: el título del cuento. En mi caso particular (vulgar mundano de a pie), no me dice nada ni me sugiere nada, además que no veo la relación con lo que se desarrolla en el texto. En caso de que sea solo ignorancia mía, agradezco me disculpen. Lo otro es que en todo el cuento no se menciona qué instrumento ejecuta el músico, y tampoco se sugiere, cosa que me parece fundamental. Solo se hacen alusiones poco precisas: «Aún no saco el arma que me identifica. Está guardada en el bolso que llevo con celo en mi pecho», «una caja con ruedas».
@miguelvargas, me parece que tienes grandes cualidades como narrador, ha sido un placer leer y comentar tu cuento. Te animo a seguir cultivando esas habilidades y sacarles el mayor provecho posible. Me pongo a la orden para ayudarte a seguir creciendo. ¡Un fuerte abrazo para ti!
Apreciado @reycard.
A lo largo de estos talleres he tenido la oportunidad de enriquecerme enormemente con tus comentarios. Aún no me tocaba la oportunidad de ser leído por tí y ya me sentí completamente cargado de nuevos conocimientos gracias a tus análisis.
Agradezco primeramente tu tiempo, ese que me regalaste al leerme, ese que no se recupera. Agradezco también cada uno de los elogios sobre mi relato, que viniendo de ti, no son poca cosa; y por supuesto, agradezco tus recomendaciones que son estimadas inmensamente por mí.
Fíjate que aquí reconozco un error, Relato de Una Lesión Musical no es un solo relato, son varios capítulos que he deseado escribir queriendo relatar un pedazo de mi historia, el antes, durante y después de mi lesión (soy músico flautista, en estos momentos padezco de una debilidad muscular en unos músculos de la cara que se llaman risorio, cigomático mayor y menor.) El relato que leyeron era la 3ra entrega, los he querido escribir rayuelísticamente, en el sentido de quererlos hacer un tanto independiéntes, en parte por ejercicio narrativo, en parte porque es difícil que los lectores me sigan la trama entrega tras entrega (recién comienzo en steemit así que no hay muchos leyéndome ahora).
El pecado más grande para mi fue mi timidez, @decomoescribir había leído la 2da entrega del relato, aconsejándome seguir escribiendo para enviar un trabajo más extenso. Al ver tantas personas interesadas en participar al taller, creí que no iba a ser bien visto que enviara el Relato II y III a analizar. Ahora me arrepiento un poco, todos los compañeros de taller, participantes y observadores, quedaron con ganas de más.
A pesar que el título cobra más sentido luego de la explicación que te doy, sigo sin estar convencido del todo con él. Otra de mis preocupaciones al escribir esto, fue si fui excesivamente local, si con el lenguaje elegido coartaba la posibilidad de que una persona fuera de Venezuela entendiera y viviera mi relato.
Dejo esas dos dudas al aire para seguir nutriendo el debate.
Por lo pronto, vuelvo a agradecer y recibo con mucho gusto tu proposición de ayudarme a seguir creciendo como escritor. Me gustaría tomarme el atrevimiento de pedirte entablar una comunicación más directa, tal vez por correo electrónico si gustas.
Sin más que decir me despido. Gracias por leerme
Estimado @miguelvargas, gracias por tus palabras. Es reconfortante saber que el trabajo desarrollado en el contexto de este taller ha servido para dar luces a alguien. Mi lectura, los comentarios, la valoración de tu obra, son cosas que hago con todo gusto.
Algo intuía acerca de la posibilidad de que el relato que leímos fuese un fragmento de un texto mayor, pero no hice mención a ello para no caer en meras especulaciones. Respecto a la ambientación localista del relato, creo que no hay ningún problema; es una de sus mayores virtudes.
No hay nada que lamentar, nada que no se pueda remediar.
Estoy a la orden a través del correo electrónico reycard@gmail.com
Saludos.