Hace apenas unos días que se anunció su muerte, el 23 de nero. Nicanor Parra, el primero y el último de los antipoetas, concluyó sus días en el cuerpo de los mortales, tenía 103 años de edad. Vió a cientos de sus coetános y colegas desaparecer. Es el poeta que, realmente, murió cuando le dió la gana.
Latinoamérica y el mundo lamentan su desaparición. Se hacen cientos de eventos en su honor. Se leen panegíricos y se escriben poemas nuevos. Pero; ¿muere realmente alguien como Parra? No, lo mantiene vivo su obra. Se olvidarán las noticias de estos días y se olvidarán la mayoría de sus actores, pero la humanidad siempre tendrá presente a quienes saben lidiar con las sensibilidades y proveer experiencias sublimes como lo hacen los poetas.
En su honor, y en el de todos los poetas muertos, he escrito estos breves versos:
Los alados
Bajan sólo sus cuerpos, ahí van
suben enteros quienes son, quienes fueron
estarán altos, encumbrados y en la memoria
aquellos que hicieron de la poesía sus alas.
La Universidad de Chile ha hecho una selección de poemas suyos que puede usted leer aquí: http://www.nicanorparra.uchile.cl/antologia/indexpoemas.html
Un hasta siempre a Nicanor Parra que, como se ha dicho estos días, se ha unido a su hermana Violeta al cantar eterno de "Gracias a la vida".
Un abrazo, ya nos leeremos.
Desde el primer momento que supe de su existencia hace unos años, lo primero, que obviamente llamaba la atención era eso, su título de «antipoeta», su irreverencia y desdén contra el status quo ya lo hacen un referente único en su tipo y sus letras permanecerán en el tiempo.
Si, definitivamente un rompedor. Saludos.