Para la felicidad, necesitas tales pequeñeces...
Ámalos por todas las historias.
Y todo cubierto de nieve.
Nuestra pasión por arder sin fin.
Voy por un camino borracho.
En los brazos de los cuales, en un tono lento.
Y todo lo que queda es respirar sin exhalar.
No soy el primero en decir esto.
Por que no, soy dios puedo hacer todo aquello que me plasca.