Ciertamente no logro definirme de otra manera, soy eso, una prisionera. Encerrada en contra de mi voluntad, sin control de mi vida. Este encierro no lo pedí y anhelo la libertad.
No recuerdo cuando empezó, ni entiendo que fue lo que hice para merecer esto, algo malo tuvo que haber sido, porque lo que se hace en esta vida se paga o ¿no? Anhelo la libertad, anhelo disfrutar de las cosas simples, anhelo poder salir a comprar.
Aquellas cosas simples que damos por sentado, como desperdiciar un día viendo televisión, o salir a hacer compras, anhelo el peso de las bolsas de mercado en mis manos, anhelo tener que a veces subir las escaleras, incluso cuando muchas veces odie aquella actividad.
Ahora todo parece lejano y los días pasan, encerrada en esta prisión solo puedo viajar por recuerdos que con el tiempo se han hecho difusos. La profundad soledad que siento, tan atrapante e inhóspita, como tomo fuerzas para enfrentarme a ello.
Olvide los primeros días, los olvide porque sé que sufrí mucho. Mis capacidades mentales estaban al máximo o lo de esperarse en una persona normal. Enterré los inicios de mi encierro en lo profundo de mi mente para no tener que hacer frente a la realidad, sin embargo como si el juego de una mente perturbada se tratase a veces tengo pesadillas con eso.
En las pesadillas, revivo aquellos días antes de mi encierro. Era joven, de cabellos castaños y ojos café, recuerdo en especial mi cabello, mi madre es estilista y siempre me pasábamos horas haciéndome trenzas en el pelo, o de cuando en vez probábamos algún nuevo corte.
Quería ser chef, Soñaba con cocinar pasteles, tortas, dulces y toda clase de postres. Mis favoritos eran el de zanahoria y el dulce 3 leches. Mi mama y mis hermanos hicieron un esfuerzo extra aquel año para inscribirme en una academia de cocina, de las más costosas y prestigiosas de Caracas. Cuando no estaba en la academia, estaba en el salón de belleza ayudando a mi madre con las cuentas, ella es muy buena estilista pero muy mala administrando el dinero, mi hermano mayor y yo siempre nos hemos encargado de esas cuentas.
El resto del tiempo lo pasaba en casa. Nunca me gustaron mucho las fiestas, ni salir, de hecho nunca tuve la oportunidad de emborracharme, y eso se repitió con los chicos. Me gustan, pero nunca ha llegado el indicado, a menos por ahora. A veces hablo con mi mama y le cuento sobre tal o cual chico que conocí, pero siempre se queda en cuentos y nunca pasa nada.
Creo que son unos cobardes. No soy fea, tampoco soy material de Miss Venezuela,! pero Fea no soy! Eso siempre le digo a mi mama. Una fiebre que no se quitaba, pensé que era un resfriado o si tenía muy mala suerte un dengue, pero yo casi nunca enfermo y si enfermo ha de ser por algo que me comí, dolores articulares y un dolor de cabeza terrible.
Recuerdo un día me fui a dormir después de haberme tomado 2 pastillas de acetaminofén, aquella noche mi mama durmió a mi lado. No recuerdo haber soñado nada aquella vez, tampoco creo que lo recordaría, pero al despertar todo era borroso, una luz blanca, un cuarto blanco, mi mama no estaba mi lado y definitivamente aquel no era mi cuarto. Algunas personas vestidas de blancos se pasean de aquí para allá y vuelvo a quedar dormida.
No sé cuánto tiempo habrá pasado después de eso, la verdad no lo recuerdo. Escucho al doctor hablar con mi mama, veo a un lado y hay otras personas acostadas en camas, como que la fiebre era algo peor…
Quise preguntar que me había pasado, pero no podía, solo podía mover mis ojos que barrían todo el lugar, al darme cuenta del sitio donde estaba entre en pánico. Mi pulso aumento rápidamente y mi cuerpo empezó a sudar, no podía moverme pero sentía como las gotas de sudor bajaban por mi frente, quería gritar y mis labios no respondían a mis órdenes, quise mover mis piernas y echar a correr pero ellas eran ajenas a mí.
Mi mama tomo mi mano, fuertemente, clave mis ojos a los suyos, ella llorando me dijo “respira, hija respira” “todo va a pasar respira.” Lo demás es la misma historia, que experiencias puedo contar de mi vida, de una corta vida, tenía 19 años cuando eso ocurrió y no sé cuántos años han pasado.
La única forma tuve de saber el tiempo transcurrido víctima de este captor es gracias a mi Mama y mis hermanos. Como si de un chiste se tratase cada cierto tiempo me cantan cumpleaños. El tiempo simplemente pasa, y sigo prisionera, los únicos que siguen siendo mis aliadas en el cautiverio son mis ojos. Aunque muy pocas veces se a dónde mirar y prefiero mantenerlos abiertos.
Cuando los cierro viene por mí, aquella sombra negra en su caballo negro. Nunca dejo que se acerque, siempre trato de mantener los ojos abiertos. A veces es inevitable cerrarlos y ser víctima del sueño, cuando siento como se acerca esta sombra trato de despertar, pero mi cuerpo ajeno a mi control queda inerte, solo mis ojos pueden moverse, y trato de no mirarla, trato con todas mis fuerzas de despertar antes que se acerque.
Me da miedo descubrir que pasara conmigo si esta sombra se acerca, me da miedo quedarme dormida, aun no pierdo las esperezas en ser libre otra vez, de lograr tener el control de la prisión y volver a ser yo, aunque muchas veces olvido quien soy y si seré capaz de volver. Posiblemente el camino a la libertad no sea ese que tanto anhelo si no el que más temo.
Pasan los años y yo sigo aquí, siendo prisionera de mi cuerpo, presa en un manojo de carne y huesos.
Escalofriante y buen relato... ¡Parece un narrativa real! Quien la padece la cuenta, pero ¿cómo puede hacerlo, si es prisionera y paralizada por esa terrible enfermedad? Saludos...
Pienso que analizándolo bien deja un mensaje, las limitaciones están en nuestra mente mas nada a veces nosotros mismos somos el obstáculo de nuestros objetivos
si, eso puede ser una forma de interpretarlo. Aunque yo soy de los que creen que cada uno entiende una historia o anécdota vista bajo su propia óptica. Es decir no necesariamente lo que yo quiera contar sea lo que tu vayas a entender. Sin embargo, me gusta tu interpretación. Gracias por leerme
@pedrovillegas96 esta fuerte, si no llega el camino a la libertad, entonces que llegue el que más le teme, así será libre.
how deep and intense
Excelente, me encanta escribir y leerte me llena la mente de imaginación... excelente post..