Fluye como las nubes en el cielo
como los rayos de luz de aquél sol en el amanecer.
Fluye como la sonrisa de un bebé
como esa energía infinita de aquél obrero anciano.
Fluye como el aire.
Fluye y que no importe nada
porqué nada debería detenerte en el fluir espiritual.
Deja fluir
deja que las cosas vayan a donde tienen que ir
pues no eres el dueño de su tiempo
eres dueño de tu tiempo.
Y en cada segundo
en cada minuto
en cada hora
en cada momento
recuerda que la vida corre
que vida fluye y no se detiene
y por ende debes vivirla tal y como es.
Fluye.
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Así es colega, hermoso poema.
Lo sabes, ¡Gracias por comentar!