"Sr. Pérez", 38 años. Hipoacusia neurosensorial, bilateral, severa por exposición a ruidos. Campaña de prevención sobre Audición, Habla y Lenguaje. Post 10.
¡Buen día comunidad!
Hoy escribiré sobre un caso que atendí en el mismo ámbito laboral del caso de Juan. Ésta vez identificaré al paciente con el nombre de Sr. Pérez, intentando ingresar a una fábrica que se dedicaba a fabricar jeringas.
Quiero contarles que puedo dar tantos detalles sobre estos casos, más allá de los años transcurridos, ya que son casos testigos que guardé en mi ejercicio profesional, con documentación incluida, para realizar campañas de prevención. En algún momento comenté que es mi debilidad como profesional el trasmitir información, dar conocimiento, para que las personas elijan, desde la libertad, lo mejor para su salud.
El caso.
El Sr. Pérez tenía al momento del examen 38 años. Encontré, como en el caso anterior, una hipoacusia neurosensorial severa, bilateral y con compromiso de su discriminación- comprensión de la palabra hablada por exposición a ruidos, en este caso de índole laboral.
Repito algunas partes, en forma exacta del post anterior, sobre metodología del trabajo. Para todos los casos era igual.
Trabajaba, unos 18 años atrás, en la capital de San Juan, en un centro privado de medicina laboral. Éramos un equipo de profesionales: medico clínico, medico otorrinolaringólogo, bioquímicos, radiólogos, kinesiólogos, psicólogos y yo en el área fonoaudiológica. Trabajábamos para empresas y para estudios para ingreso en los distintos niveles de educación.
Las empresas donde tienen niveles de ruidos altos ambientales nos contrataban para hacer las evaluaciones del personal, para el ingreso y controles cada seis meses. Se los evaluaba en todas las áreas y realizábamos realmente un trabajo multidisciplinario ya que analizábamos los casos que daban resultados negativos para los pacientes.
Relato todo esto para que se entienda, después, la decisión que tomamos en relación al caso del Sr. Pérez.
Antes de llegar al estudio de audición los pacientes eran atendidos por el otorrino y él mandaba por escrito el “apto” para que yo realizara la audiometría. Si este examen, otorrinolaringológico, por algún motivo había dado mal, el paciente debía hacer el tratamiento indicado por el médico y regresar a un nuevo examen otorrinolaringológico hasta estar “apto” para el estudio audiológico.
El caso del Sr. Pérez en concreto:
· El certificado que me entrega el Sr. Pérez , del otorrinolaringólogo, decía “apto”
· Comienzo la historia clínica previa al estudio de audición. Ésta es un historial detallado de antecedentes otológicos. En este caso solo había una enfermedad de la primera infancia: parotiditis. Esta enfermedad a veces produce hipoacusias. Según refería el paciente no había notado su audición afectada después de ella. No había antecedentes de otitis o supuración de oídos. No habían traumatismos o accidentes. No habían antecedentes hereditarios de pérdidas de audición. No había antecedentes de tratamientos con antibióticos de forma prolongada, etc. El cuestionario es largo. Nombro algunas de las preguntas que hacía. Cuando llego a los antecedentes laborales empiezan a aparecer datos significativos y a tener en cuenta para el estudio. El Sr. Pérez había completado solo su nivel primario de escolaridad por lo que su historia laboral estaba relacionado con trabajos de la construcción. Su papá era albañil y él desde muy joven le ayudaba hasta que, ya más grande, él también toma trabajos de albañilería en forma independiente. Le pregunté si trabajaba en algún área específica de la construcción y me refiere que no. Hacia cualquier tipo de trabajo que se refiriera a la construcción.
· Es importante aclarar que cuando uno trabaja en el área de medicina laboral es imprescindible hacer formación sobre “simulación”. Había hecho cursos sobre el tema. Las personas que buscan entrar en un ambiente laboral con niveles altos de ruido “saben” que NO decir en la entrevista ( Ej.: antecedentes laborales con niveles de ruidos altos). Mis preguntas eran casuales y la forma de hacer el estudio totalmente distinto a una audiometría común. Iba alternando preguntas sobre su vida personal con algunas de índole laboral. Era más una charla, café de por medio, que la interrogación objetiva de la historia clínica. Reconozco que esta forma de trabajo siempre, me trajo problemas con el equipo profesional porque me demoraba, según ellos, más de lo conveniente. Lo entendía, pero mi firma en un estudio representaba mucha responsabilidad ya que ese estudio era un documento legal ante un juicio laboral y era además de mucha importancia para el paciente. Lo comprobarán en este caso.
Sigo con la conversación. Me contó que tenía cuatro hijos pequeños y que les pedía que estudiaran ya que no quería, explícitamente, que trabajaran en la construcción. Le comento que si algunos de sus hijos quería ayudarlo, como el hacía con su papá, debía evitar la manipulación, por ser muy riesgosas, de algunas máquinas: taladros eléctricos y amoladoras. Su respuesta fue clarísima y me confirmó un dato importante. Respondió: Algunas veces me acompaña mi hijo mayor pero no, esas máquinas solo las manejo yo. Confirmado: el paciente usaba en su trabajo máquinas que producen un alto nivel de ruido. Le pregunté inmediatamente cual era el tipo de protección que usaba para sus oídos enfocando la pregunta a: comodidad y forma de uso. En mi pregunta daba por sentado que el usaba protección. Al preguntar sobre comodidad o forma de uso (ej.: los tapones intrauriculares es convenientes colocarlos en un frasquito con alcohol al sacárselos dejando la cinta que los une fuera del frasco y/o los de campana, más cómodos, aislantes mayores de ruido) sus respuestas permitía descubrir si el paciente realmente usaba protección auditiva. El Sr. Pérez fue más allá, me reconoció que nunca los había usado por lo cual mi nivel de angustia empezó a crecer porque sabía que los resultados de los estudios probablemente darían mal.
· Estaba frente a un paciente joven, padre de cuatro hijos, que tenía un sueño: tener un ingreso estable con aportes jubilatorios y acceso a beneficios sociales para él y su familia. Por otro lado, si su estudio daba como yo presumía, no le daríamos el apto para ingresar a esta empresa. Podrán entender ahora el porqué de mi angustia.
· Comencé el estudio con el paciente de espalda, en cabina audiométrica, buscando sus umbrales de audición (mínima cantidad de sonido necesaria para empezar a escuchar) utilizando la técnica de sonido al silencio y su inversa del silencio al sonido. Complementé este estudio con una logo audiometría (discriminación-comprensión de la palabra hablada). Los resultados de estos dos estudios, hechos en varias sesiones, repitiéndolos para estar segura, dieron mal: hipoacusia neurosensorial severa, bilateral y con compromiso de su discriminación- comprensión de la palabra hablada.
· Resultado: El Sr. Pérez, a sus jóvenes 38 años, con todos sus sueños de trabajo estable y en blanco, no era una persona apta para ingresar a trabajar a la fábrica que había solicitado el estudio. El resultado del estudio que yo había realizado había determinado la decisión. El resto de los estudios daban bien. Cabe aclarar que me suplicó que lo ayudara para ingresar a la fábrica. Inclusive, recibí el llamado de su esposa, llorando, contándome lo que significaba para ellos y su grupo familiar, éste trabajo. No hubo forma de hacerles entender de que el NO ingreso a esa fábrica era un beneficio para él. Le expliqué personalmente, con dibujos y gráficos, el porqué de la decisión. Estaba cuidándolo de que se convirtiera en un sordo total. Además le aconsejé las medidas preventivas para cuidar sus oídos y los de su hijo, cuando lo acompañaba al trabajo, desde ese momento en adelante y además la posibilidad de ir considerando un equipamiento con audífonos. Realmente no logré que aceptara su realidad. Se marchó muy enojado del consultorio sintiendo que lo había perjudicado.
Enseñanza del caso del Sr. Pérez.
Vuelvo a repetir.
EL OÍDO TIENE UN MECANISMO DE PROTECCIÓN, POR UN LEVE TIEMPO, ANTE SONIDOS MAYORES A 85 dB. ES LA TENSIÓN DE LA CADENA DE HUESESITOS DEL OÍDO MEDIO PARA EVITAR QUE LA PLATINA DEL ESTRIBO IMPACTE BRUSCAMENTE LOS LÍQUIDOS DEL OÍDO INTERNO CON LA CONSECUENTE LESIÓN, IRREVERSIBLE, DE LAS CELULAS CILIADAS DEL ÓRGANO DE CORTI. CUANDO ESTE MECANISMO ES SOBREPASADO Y EL OÍDO ES IMPACTADO POR SONIDOS MAYORES A ESA INTENSIDAD SUFRE UN DAÑO IRREPARABLE EN SU OÍDO INTERNO.
Las maquinas que uso el Sr. Pérez desde su juventud y sin protección auditiva de ningún tipo lesionó en forma irreversible ambos oídos afectando también su discriminación auditiva. El a sus 38 años había condicionado, sin saberlo, su futuro laboral de por vida.
IMPORTANTE.
¡SI SE USAN MAQUINARIAS COMO LAS NOMBRADAS: TALADROS, AMOLADORAS, SIERRAS, ETC. SE DEBE USAR SIEMPRE PROTECCIÓN AUDITIVA! ¡SIEMPRE!
En lo personal necesito comentarles que mi trabajo en el área de medicina laboral, gracias a la vida y a Dios, duró solo cinco años. Fue una experiencia durísima de transitar para mí por las expectativas que las personas tienen en los ingresos a puestos de trabajo estable. Hubo durante esos cinco años muchos Sres. Pérez que tenían lesionada su audición y no lograban la estabilidad laboral tan deseada.
Espero, de corazón, esto sirva.
Sera hasta el próximo post con un nuevo caso.
Abrazo desde los Andes.
Flga. Patricia R. Cañedo
MP 25
Ministerio de Salud Pública.
Créditos fotos:
https://fanton-decoracionesfanton.blogspot.com.ar/2015/01/los-4-pasos-para-taladrar-sobre.html
https://www.reparatucultivador.com/amoladoras-angulares/ http://www.thefatherhoodproject.org/fathers-and-sons-at-work/ http://uniformesbarcelona.com/18-proteccion-auditiva
Muy interesante y como importa siempre protegerse las distintas partes del cuerpo. Saludos.
Importante tema, porque en muchos trabajos no se cumplen las normas de protección de medicina laboral que a la larga existen exposiciones a riesgos que causan daños irreversibles.
Hola. Las legislaciones en nuestro país, Argentina, han cambiado y se hacen controles estrictos. El tema son los trabajos particulares y en negro. Gracias por tu comentario. Saludos
Gracias por su comentario. Saludos desde los Andes.
No sólo es un importante tema y una excelente publicación, publicaciones como esta salvan vidas, conozco varios casos de pérdida de la audición que pudieron haber sido evitados de haber leído algo como esto. Saludos!
Gracias por tus palabras. Perdón en la demora de la respuesta. No tengo Internet en la Cordillera. Solo desde algún café, como ahora, en la villa del pueblito donde vivo. Pienso igual que vos. El tema es hablar de los riesgos de perdidas auditivas y trasmitir la información. Nuevamente gracias por tu comentario. Saludos desde los Andes.
Hola amigo que buen post oye me seguirias? soy nuevo y me gustaria que gente como tu me apoye y yo te apoyo tambien y repito muy buen post
Gracias por tu comentario. No ofrezco seguirte porque vivo en un lugar sin Internet. Solo en algunos cafés y me es imposible . Saludos desde los Andes.