¡Un brindis por los panas!. Foto propia
Luego de una hora de viaje a San Juan, llegamos, nuestro amigo solicitó su partida y decidimos comer cochino frito cerca del lugar. Para nuestra sorpresa, nuestros amigos Juan y Manuela (hermanos que viven por la zona) tenían los mismos planes. Comimos con ellos y hablamos hasta que el local cerró a las 3 PM y, como la pasamos tan bien, decidimos seguir la charla acompañada de una cervezas en un bar a 30 min de San Juan.
Manuela y yo; a la derecha el cochinito frito que nos comimos. Foto propia
Cuando llegamos al local, nos hemos encontrado con Andrés y Daniel, quienes celebraban la graduación de Dani. Todos somos amigos en común, por lo que disfrutamos al máximo este inesperado segundo encuentro. Actualizamos nuestras vidas en poco tiempo y dentro de tanta charla Andrés comentó que José, un amigo de la Universidad que hacía dos años había emigrado a Bogotá, se encontraba de vacaciones en Venezuela; no dudamos en llamarlo y llegó al local.
A la derecha; Manuela, Juan, Miguel y yo cuando nos encontramos a Daniel y a Andrés. A la izquierda, la llegada de José. Foto propia
Brindamos, bailamos, reímos, conversamos durante horas e incluso planificamos un nuevo reencuentro; y fue así como un día estresante y lleno de diligencias desde las 7 AM, se convirtió en un agradable reencuentro con viejos amigos que nos dejó bailando hasta la madrugada.
¡Si lo hubiesemos planificado, no nos hubiese salido tan bien!
Luego de tres años sin vernos, el equipo se juntó una vez más. Foto propia
Excelente!!!
Una amistad es un tesoro y compartir con ellos más.