Todo eso proviene de un corazón no convertido y sanado por Dios. Santiago 4.1-3 nos dice: " ¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y gerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites"
Allí radica el problema. Hay que someterse a la palabra y obedecerla
You are viewing a single comment's thread from: