NATURALEZA SENDERISMO y CULTURA DE HACE 80.000 años PARA TERMINAR EL 2017

Ruta: Vilafamés-Cresta del Morral-Peña del Corn-Rocas de Mallassén - Pinturas rupestres-Vilafamés

En este inicio de año, vengo a mostraros la última ruta que hice los últimos días del 2017.
Se trata de una ruta bastante completa e interesante, ya que tiene un poquito de todo y está muy cercana a Castellón, en apenas 30 minutos en coche, llegamos a la localidad de Vilafamés, pueblo bastante bonito de la localidad de Castellón.
Dejamos el coche en el centro de la población, muy fácil de encontrar, y me equipo con las botas, la mochila y el palico… en esta ocasión, mi fiel compañero “Blas Perro” no viene conmigo, y es que en el último tramo de la ruta nos encontraremos con trepadas y des trepadas con grapas ferratas ancladas a la roca, y como no sé muy bien lo que me voy a encontrar, prefiero no traerlo en esta ocasión para evitar alguna desgracia para el perrico.

Resumen de la ruta:
• Distancia recorrida: 13 km
• Altitud máxima: 747m
• Desnivel acumulado subiendo: 670m
• Tiempo en movimiento: 3h aprox
• Dificultad: La catalogo de Moderada, aunque no recomendada para personas que no estén habituadas a realizar alguna trepada. El último tramo de la ruta puede catalogarse como Complicado por los pasos a sortear y la dificultad de seguir la senda en algunos puntos.
• Recomendable GPS, ya que la ruta se sigue bien pero hay muchos cruces y hay que estar atentos a no confundirse.

VIDEO DE LA RUTA:

La primera parte de la ruta, es recomendable dar una pequeña vuelta por el pueblo, comenzamos desde una fuente en la plaza del pueblo y paseamos por sus calles que son realmente bonitas y llenas de paradores y casas rurales.
Pronto nos encontramos con la primera curiosidad, “LA ROCA GROSSA” una gran piedra ubicada a las faldas de la iglesia con un gran desnivel. Realmente parece que con el desnivel que tiene vaya a caer y chafar todo lo que se le ponga por delante. De hecho hay una leyenda que cuenta, “que los lugareños ataron unas sogas (cuerdas) a la piedra para intentar arrastrarla y quitarla de su posición, por miedo a que un día la roca caiga y les chafara, pues las sogas se rompieron de tanto tirar cayendo de culos los lugareños al suelo, como la tierra de la zona es de un color rojizo, estos al caer se mancharos el culo de color rojo, y desde entonces se conoce a los lugareños como “CULROIG” que quiere decir “CUL-ROJO” o “Culo Rojo””

Continuamos por sus calles y al bordear el pueblo, ya comenzamos con nuestra ruta.
En el pueblo existe una oficina de turismo donde te pueden informar tanto de las rutas como del Pueblo, ya que también tiene un castillo que visitar (yo no lo vi, me quedó pendiente, seguramente lo haga con el peque y Victoria un día de estos.)
Al comenzar la ruta, nos encontramos con una Paleta indicativa con varias rutas que se pueden realizar, son 7 u 8 más o menos. Yo tomo el inicio de la senda R7, senda que me llevara a la cresta del Morral. La ruta está bastante bien señalizada mediante paletas indicativas y la senda es bastante intuitiva, y nos mete en una pinada bastante frondosa que nos deja un paraje durante la subida muy chulo de pasear. (Cuidado con los cruces de sendas, que pueden llevar a equivoco si no se sabe por dónde se va)

Durante esta senda me encuentro con varias casas en ruinas y en una de ellas un gran pino centenario, y a partir de este momento el camino se transforma en una evidente subida, que nos llevara a lo alto de la cresta, sorteando varios pasos donde se tendrá que realizar alguna trepada por grapas incrustadas en la roca y algún paso donde nos encontramos alguna cuerda para apoyarnos. Esta zona es de las más bonitas del recorrido, por las vistas y la senda entre las grapas y la roca.

Llego a la parte alta de la cresta donde se puede disfrutar de las vistas y del pueblo de Vilafamés desde las alturas, una vez disfrutado de este paraje continuo cresteando por las cimas y las rocas, lo cual es bastante divertido pero hay que tener cuidado de encontrar bien el camino y no resbalar.

En el descenso de la cresta hacia mi próxima ascensión, “LA Peña del Corn” escucho algún ruido que me hace mirar a la ladera vecina en la cual puedo distinguir un buen ejemplar de Macho cabrío!!!! Con su cornamenta. A pesar de la lejanía se puede distinguir su gran tamaño!!! Siempre me gusta ver animales en mis rutas, y esos Machos cabríos son imponentes!!!!

Llego a la base del descenso y seguimos una pista hasta el próximo desvío que nos llevará a la cima de la Peña, en esta subida se puede disfrutar de las vistas de la peña en la altura y las vistas atrás conforme vamos subiendo. Al llegar a la base de la pared rocosa, me encuentro con otra pequeña trepada mediante grapas, en este caso de color rojo, que hacen aún más divertida e interesante la subida.

Tras subir un poco más, por fin llego a las antenas de la cima de la peña, donde desde un extremo se puede ver el mar mediterráneo y desde el otro la vista a todos los pueblos de la zona y la subida que he realizado.

Llegado este punto, decido parar a comer, aunque un poco alejado de las antenas ya que se escucha ese zumbido de los postes eléctricos y algún ventilador de las antenas que no es muy agradable!!

Tras el pequeño descanso y el avituallamiento proseguimos el camino por pista, hasta cruzarnos con la senda adecuada que desciende hasta Vilafamés.
En el descenso se puede ir observando el pueblo de Vilafamés y nos encontramos por el camino un pequeño refugio donde giramos para continuar con el descenso.
Para mi sorpresa, en la bajada, asusto sin querer a un buen ejemplar de JABALÍ, nunca había visto ninguno de tan de cerca y vivo, la verdad es que me da un susto de cojones y el corazón se me acelera a las máximas revoluciones que puede aguantar!!!! Por suerte el Jabalí sale huyendo en sentido contrario y prono lo pierdo de vista, aunque continuo escuchándolo entre los matorrales como sube a gran velocidad.

Al terminar el sendero llegó al pueblo de Vilafamés, pero prosigo hacia la izquierda por el camino asfaltado para ir a ver las rocas de Mallassén, que no está homologada por el ayuntamiento y se nota, ya que esta zona es bastante difícil de seguir.
En la base de las rocas, podemos ver alguna pintura rupestre, una muy fácil de ver ya que está a la altura de la vista y señalizada con un ridículo cartel de madera, y otras a más altura, más complicadas de ver… hay que saber buscarlas. Así que esta es la parte cultural del recorrido, ya que resulta curioso y emocionante poder contemplar estas pinturas con más de 80.000 años de antigüedad.

Después de disfrutar de las pinturas prosigo mi camino, no sin dificultades, ya que me meto en algún zarzal y pierdo la senda en varias ocasiones, pero gracias al GPS del móvil puedo retomar el camino.
También la bajada está repleta de pasos complicados que se realizan mediante cuerdas instaladas en el camino y pequeñas escalas de madera, aunque en algún paso la escala está rota y tengo que pegar un buen salto para proseguir (No hay marcha atrás, el camino es complicado…)

Finalmente llegó a la ROCA BADÁ, una peculiar e imponente roca partida en dos por la que se puede cruzar por el medio. A partir de este momento ya retomamos la senda inicial que nos lleva sin problemas hasta el Pueblo de Vilafamés.

El único “pero” de esta ruta es que al regreso, pude observar un incendio cercano, que me dejo con un mal sabor de boca.

Por el resto una espectacular ruta para finalizar el año a la que no le falto de nada…

Un saludo
Oscar (En está ocasión SIN “Blas Perro”)