Dulce resplandor de tus ojos
Y en el eterno resplandor de tus ojos, donde el tiempo se congela, donde tu mirada me lleva, donde el viento nos trajo, donde el recuerdo escucha, donde las estrellas gritan tu nombre y el mío, en donde nos conocimos, en aquel jardín prohibido, a donde tu mirada nos lleva, sentados uno al lado del otro, abrazados por el eterno resplandor de tu mirada, en el eterno resplandor que son tus ojos, diamantes de plata, congelado para siempre en este eterno recuerdo, y estés donde estés te sujetare, porque no puedo dejar irte, como tú no puedes dejar de mirarme, en el eterno resplandor de nuestro inevitable reencuentro.
Soy presa de la memoria, esclava de tu recuerdo, encarcelado dulcemente por tu abrazo, tu mirada, tu olor, tus labios, tu cuerpo, tus latidos, bello, que despiertas la vida en mí.
Contigo brinque un abismo, contigo me perdí en un mar, en un rio cálido, dulce como la azúcar, dulce como la miel de tu resplandor, Hombre que eres fuego y resplandeces, brillas como un sol, y tu sonrisa conquista, porque conquisto el mío,
Bello, príncipe de la tierra de rojas flores y rojos pétalos que con la brisa juegan con tu cabello, Bello que sonríes y te acercas, bello que hasta en mis sueños me acaricias y me acompañas, bello te pienso y en tu mirada me pierdo,
Contigo brinque por el cielo, y en una nube nos sentamos a contemplar el universo y sus maravillas, como fue que las estrellas y las lunas distantes te eligieron para cruzarnos, para poder mirarnos, para poder enamorarnos, para poder perdernos, para siempre, en el eterno resplandor de nuestro inevitable encuentro, bello.
Si me dejaras ir entonces que el viento me lleve lejos de la tierra, de esta atmosfera, lejos del sol, lejos de la luna, lejos de todas las estrellas, distante del aire y de las flores, lejos, muy lejos de aquí.
En mis sueños te puedo ver, te puedo sentir, puedo al menos tratar de describir lo que con el corazón toque, con lo que nuestros labios pudieron jugar, como dos desconocidos encontrándose pudieron con cuerpos amar, cuando todo tiene sentido en un silencio acalorador, manos que rozan, labios que muerden, como nadar en un rio en el cielo, como volar por el universo entero, contigo, en este eterno resplandor de nuestro encuentro, de este sueño del que no quería despertar, por solo un rato más verte, solo un rato más.
Que hermoso pensamiento, además de las fotografías. Te sigo, saludos.
Gracias, muchas gracias. @christianpoetry (32)