¡Ay, caballero, qué tiempos estos que corren... llenos de monedas y aplicaciones descentralizadas, realidad virtual y, por supuesto, realidad aumentada¡ Pero el amor sigue siendo esa misma aparentemente arcaica pero todavía poderosísima sensación que llevamos experimentando desde hace 200,000 años (aproximadamente el tiempo que creen los científicos contemporáneos que llevamos existiendo como especie homo sapiens sapiens).
Dando un salto cuántico al presente, les cuento que no hace mucho Facebook (ese gran monolito de poder de nuestros tiempos) sacó unos filtros en realidad aumentada para su aplicación "Messenger". La verdad sea dicha, ya aplicaciones como Snapchat venían hace un tiempo integrando estas tecnologías como parte de sus ofertas mediáticas y sociales, pero Facebook con su poder de alcance y su gran batería de programadores y diseñadores comprueban otra vez el viejo dicho de que "no es el primero que llegue, sino el mejor que llegue."
Les cuento además que llevo unas cuantas semanas en Puerto Rico, donde vive una porción importante de mi familia, y adonde he venido para promocionar, con relativo éxito, "Stop The Wall', el primer videojuego de Obxidiana.
Lo más difícil muchas veces de tener que viajar por negocio es tener que separarme de mis hijas y mi esposa que se han quedado en México. Me ha costado, sobretodo, separarme de mi hija más pequeña, porque apenas acaba de cumplir 10 meses y es la "coshita" más CHULA que ha parido madre y no quiero estar mucho tiempo sin sus cariños y su sonrisa, como podrán entender viendo las fotos. Sin embargo, mi esposa y yo hemos descubierto que, además de tener las videollamadas de rigor que tenemos hoy en día muchos de nosotros con nuestros seres queridos cuando nos separamos, gracias a la nueva tecnología de Facebook podemos integrar estas graciosas máscaras en realidad aumentada a nuestras conversaciones. La más que parece disfrutarse esta nueva tecnología en realidad aumentada es nuestra hija, quien apenas balbucea algunas palabras, pero que gracias a este innovadora tecnología ha encontrado una manera completamente visual de divertirse y comunicarse con su papá desde la distancia.
Es increíble pensar que mi hija ha venido a un mundo en donde la realidad aumentada ya es algo normal y cotidiano. ¡Ay, de veras, qué tiempos estos! ¡Pero que muchos se goza!