(CON TODOS RESPETO, ESTE ES UN HOMENAJE A ESOS VENEZOLANOS QUE HUYEN DE SU PAÍS)
Comencé a verlos pasar subiendo la montaña, la más alta, la imposible si no se va muy bien abrigado, desde hace un mes: son esos pobres que no tienen para viajar más que sus pies, sus penas y sus tristezas a pesar de los riesgos, ellos que prefieren morir en el intento antes que dejarse abandonar a la muerte, todo por culpa de un gobierno indolente que se burla y niega su dolor.
Los veo pasar frente a mi casa y no puedo hacer más que brindarles un plato de comida y algo de beber. Les advierto de los riesgos de subir al páramo, pero su silencio me responde lo inútil de mi ruego por salvarlos. Son tercos, decididos, casi suicidas. Marchan soñando con un futuro mejor, lejos de su patria, a la espera de que las cosas cambien y puedan regresar. Marchan con el dolor de abandonar a sus hijos, hermanos o padres con la promesa de encontrar un trabajo en lo que sea y poder enviarles algo para sobrevivir.
La dignidad es lo de menos, no quieren migajas, no esperan nada, solo ir más allá, lograr pasar el páramo, que sus pies aguanten a pesar que sus fuerzas cada día son menos y sus dolores del alma más. Nada los detiene, nada los vence, nada los fatiga a pesar de que se les ve en los ojos. Sonríen, cargan en sus mochilas esperanzas, muchas esperanzas de que es una vida mejor la que les espera al otro lado y no que todo se los arrebate el maldito frío que ataca cuando comienza anochecer. Los veo pasar, los ayudo y sólo me queda echarles la bendición mientras se alejan para perderse en el ascenso a la montaña.
Mañana a otros veré pasar, otros que sueñan lo mismo y maldigo de impotencia, de pena y coraje por tanta injusticia.
Amigo. no puedo ni tengo palabras, es muy doloroso por todo lo que esta pasando mi pueblo.
Grandes Valientes!!!
Gracias @obrerodepalabras por publicar las tuyas en esta denuncia de un hecho real consecuencia de circunstancia reales que aún, como bien dice, hay quien niega, hay quien acepta y hay quien apoya. Un país que tenía una tradición de ser hospitalario se ha convertido en un país de emigrantes a la fuerza, no por gusto y ver cómo familias unidas tienen qué separarse es sólo una de las facetas (todas dolorosas) de lo que está viviendo nuestro país en este momento. Gracias de nuevo y sigamos unidos en oración para que Dios pronto nos libere de todo lo malo.
Hermano, me conmueve mucho ésas palabras, por que soy profundamente venezolano y aún vivo en Venezuela y soy protagonista directo de ello, y doy fé de la veracidad tus palabas, y por éso TE AGRADEZCO INFINITAMENTE POR DECIRLO.
Gracias Miguel. Este relato se me ocurrió después de ver un documental de un medio de comunicación del país que me impactó y la verdad me sacó lágrimas sobre la terrible situación de estos caminantes que con tanta desfachatez el gobierno venezolano niega. Dios es grande, Dios es bueno, yo sé que la hora de la liberación de Venezuela llegará pronto y una nueva luz de esperanza brillará para todos ustedes. Voy a ver si puedo subir el video ya sea en youtube o en Dtube la plataforma de Steemit, porque esta dolorosa situación de "Los Caminantes" hay que evidenciarla, hacerla conocer y sobre todo mostrarle al desgraciado de Diosdado Cabello que esto no se trata de "luz, cámara, acción".
Un abrazo, Dios te bendiga a ti a todos los tuyos.