La logística hoy constituye una herramienta fundamental para el desarrollo de organizaciones de cualquier naturaleza; prepararnos y capacitarnos para su entendimiento y manejo resulta esencial para el crecimiento económico de cualquier sociedad, para facilitar mejores y mayores niveles de tecnología, para racionalizar costos y optimizar el esfuerzo humano implícito en su desenvolvimiento.
La modernidad nos exige informarnos, entrenarnos y valorarnos, producir económicamente pero a la vez socialmente, en un planeta con más limitaciones de recursos y más gente, cada día, y como grupo social nos permitimos conocer las técnicas e innovarlas para conservar, proteger, defender, atender y acompañar el avance humanitario. Y de esta misma modernidad debemos requerir la actitud de cambiar, de favorecer cualidades distintivas de esas mismas técnicas logísticas que le confieran una nueva filosofía; y si acaso también una manera renovada de su abordaje para custodiar unos objetivos más centrados en el hombre y menos en la acumulación de capital.
Elaborar un proyecto de país e impulsarlo demanda condiciones de sus ciudadanos, la logística ofrece soluciones integrales a necesidades muy particulares para un sector productivo en constante reforma. En un país en conflicto por la pugna de factores económicos y políticos, la realidad nos obliga a enfatizar los métodos de intercambio para aliviar la angustia de los consumidores. Formar ciudadanos en Logística es una meta institucional educativa, aprender de logística es una tarea académica fundamental para las empresas, comprender su gestión un compromiso social y socializar sus beneficios un deber ciudadano.
Desarrollo logístico en las empresas.
La administración de empresas y otras organizaciones han venido cambiando por efecto de un proceso de globalización que se viene generando mundialmente. Los factores que han contribuido a este fenómeno, a consideración de Tinoco Cabrera (2004) son: “Cambios en el entorno, la experiencia acumulada de directivos y empleados, la introducción de nuevas tecnologías, desarrollo de nuevos métodos, técnicas y herramientas de administración y nuevos enfoques organizacionales” (p. 3-7). Para Tinoco Cabrera (Ob.Cit) la evolución de los enfoques y conceptos utilizados en la administración del área productiva de las empresas a lo largo del último medio siglo se encuentra estrechamente relacionada con la evolución de la logística, sobre la cual acota:
La logística es una disciplina que se ha desarrollado en el contexto militar, ocupándose del estudio de los problemas relativos al suministro en tiempo, lugar y forma requeridos, de todos aquellos bienes y servicios necesarios para asegurar la eficacia de las actividades del ejército (p.10).
El mundo empresarial comienza a darse cuenta de la importancia de la logística cuando, a lo largo del período expansivo después de la Segunda Guerra Mundial, cambian de forma notable las condiciones del entorno y, como consecuencia, los enfoques administrativos tradicionales, se revelan relativamente ineficaces. Paralelamente a la evolución del concepto de Logística, las empresas también evolucionaron en sus objetivos, en sus técnicas y enfoques. En los años 50 el afán de las Empresas era la de producir, crecer y reducir costos.
La primera aplicación de la logística en la administración de empresas tiene lugar en el área de distribución física. En un artículo citado por Tinoco Cabrera (2004) publicado en Fortune en 1962, Peter Drucker señala que “en el extenso mercado estadounidense se están produciendo deficiencias en la entrega de productos a los clientes” (p.12). En los 60 las Empresas se abalanzaban a vender y producir lo que se iba a vender, seguir creciendo y maximizar beneficios.
En 1967, afirma Drucker, se propone un enfoque logístico que consiste en considerar la administración del manejo de materiales como la administración integral de un todo, de un “sistema de logística”, formado por elementos estrechamente relacionados. Este enfoque implica que “…las funciones tradicionales compras, producción, ventas, etc. no pueden seguir administrando sus respectivas áreas, ignorando lo que ocurre en las demás” (p.15). Tinoco Cabrera (2004) afirma que:
“En la década de los 70 hay cambios importantes que obligan las empresas a optimizar sus procesos. Es notoria la reestructuración de las actividades de distribución, especialmente en empresas de bienes de consumo; cambio en canales de comercialización; reducción del número de almacenes descentralizados, de inventarios; contratación de servicios de transporte, etc” (p.16).
Los objetivos de la empresa en los 80 era vender; es decir, llegar al mercado antes que la competencia con lo que quiere el cliente, como lo quiere el cliente, donde quiere el cliente y al precio que quiere el cliente; y maximizar la rentabilidad, entendiéndose por ello la maximización de la retribución del capital aportado. En la década de los 80, la racionalización de los inventarios, el dinamismo de la demanda y el enfoque de organización funcional desencadenaron lo que hoy se denomina como logística integral.
En los noventa y principios del siglo XXI el área económica-financiera mundial inicia con mucha fuerza la década de las fusiones empresariales; por un lado, como vía para elevar la competitividad de empresas manufactureras, financieras y comerciales; se promueven con fuerza las denominadas empresas portales (las administradoras de redes de conexión comercial entre consumidores y productores) por el auge de la conectividad; se producen las mayores crisis bancarias nacionales en el mundo, inclusive en Venezuela, cada banco se posicionaba como el área financiera de grupos económicos, en cada crisis se arrastró a muchas compañías que formaban parte de corporaciones nacionales y para cubrir pérdidas estas empresas fueron ofertadas a transnacionales; se intensifican las telecomunicaciones y se mejoran los medios de transporte; inaugurando un nuevo proceso de globalización mundial que dispara la conversión de empresas nacionales como parte de conglomerados globales.
Iniciado el siglo XXI, este proceso de globalización se ha profundizado y ha obligado a las grandes y medianas empresas a articularse en todas las fases. Producto de ello el concepto de logística evoluciona hacia la teoría de la logística integral y luego por el de Cadena de Suministro.