Blogtober: Nublado y en las rocas, gracias. X

in #spanish6 years ago (edited)

Edgar sigue ensartado como marioneta sin hilos. Me mira con odio y súplica al mismo tiempo. 

Mi hermana espera en el auto y yo estoy a medias decidiendo qué hacer. Si suelto al pendejo, me arranca la cabeza, si bien me va. Si le doy terminación… bueno, no es fácil pensar eso. Los otros habían sido circunstanciales, en defensa propia, pero hacer algo definitivo con Edgar, significaba, premeditación, alevosía y ventaja. Sangre fría.  

Sigo sin decidirme y aquel ya está tomando impulso con los insultos. No hay nadie, nadie había ido a ayudarlo, pero aún es de día. 

Entonces, ese “es de día” me retumbó en el cerebro como cuatro veces. Sin pensarlo mucho, agarro la brochetita y la llevo a la puerta trasera a asarla al sol. Jamás pensé que sus pinches gritos fueran tan escalofriantes. Creí que se iba a quemar rápido ¡puf!, y convertido en cenizas, se esparciría con un airecito. Pero no. Los gritos calan, resuenan, y tengo miedo que lleguen los vecinos, o la policía, pero ya no hay marcha atrás. Ni modo que lo meta. 

Pero sigue chillando cada vez más duro ¡No se calla! Se retuerce, le sale humo, hasta que una gran flama aparece y lo devora. ¡Fium! Cenizas informes. No creo que se regenere de eso. Esta escena me van a acompañar toda esta otra vida. Estoy asqueada, asqueada de mí misma.

En su cuarto no tengo que buscar mucho para encontrar unos billetes doblados y amarrados con ligas de cabello y en medio, tarjetas en una fundita de plástico. ¿Por qué la gente después de cierta edad ya no compra carteras? Entonces seguro que guarda cosas debajo del colchón. Y sí. No me equivoqué. Todo lo lo que se ve importante parecer estar ahí.

Regreso al auto y pasamos al McDonalds por el drive thru. Mi hermana al volante se compra un paquete, un helado y unos nuggets. Yo no tengo hambre, pero los nuggets me encantan. Meto la mano en la cajita, saco uno y me lo como con toda naturalidad. No lo pienso nadita. 

Craso error. Me llega un sudor frío, me mareo, me duelen las articulaciones. Manos y pies helados. Me siento reventar. Grisel piensa rápido y entra al estacionamiento, y en la primera coladera que veo, vomito. Vomito como manguera todo el sistema digestivo. Vomito hasta ya más no poder. Siento los labios secos, los ojos hundidos.

De la cajuela saco la bolsita y me acurruco ahí mismo a beberla.


Creación original de Moka Misschievous 

Sort:  
Saludos, que disfrutes de un excelente domingo.