Ayer fue el día internacional del gato y por eso voy a echar este cuento:
Un 15 de julio de 2015, iba caminando hacia mi parada de trolebús (en Mérida, Venezuela)
Arrastraba los pies del cansancio porque había salido de un rodaje (mi primera semana de rodajes en TR2, es decir, el primer taller de realización cinematográfica en mi carrera universitaria)
Necesitaba regresar a casa a descansar porque al día siguiente filmaríamos mi cortometraje junto a todo mi equipo.
De pronto escuche unos maullidos cerca de unas cajas llenas de basura.
Mire por todos lados y ella estaba allí; chiquitica, flaquita y toda asustada. Me acerque pero ella retrocedía molesta.
Recordé que tenía un poco de comida en mi morral, así que le deje unos fideos con atún en el suelo, ella corrió hacia el plato para comer desesperada.
Le deje más comida y me aleje con todo el dolor porque sabía que no podía llevarla conmigo, camine un poco pero tenía un remordimiento muy grande por dejarla sola.
Los pensamientos me atacaban:
-¿Y si viene un perro y la mata?
- ¿Y si la atropella un carro?
-¿Cómo me la voy a llevar?
Deje de pensar tanto y me regrese por ella.
Aun seguía comiendo, la agarre con delicadeza y la metí en mi morral.
Llegue a la parada, subí al trolebús y para evitar que ella chillara tenía el bolso delante de mí y la iba acariciando.
Todo iba bien hasta que comenzó a maullar, los otros pasajeros me miraron, los ignore y poco a poco me hice la dormida para evitar que me dijeran algo.
Al salir de la estación de trolebús me sentía muy contenta por mi proeza heroica.
Al llegar a casa le presente a mi perro nuestra nueva acompañante y ese día la bautizamos:
Pancha
Espero que te haya gustado esta breve historia.
Seguiré compartiendo mis postales, mis historias y una que otra anécdota del día.
¡Gracias por estar allí!
Hola @mjtorresnava11! Me encantan esas historias de rescates así como los animales. También soy de Venezuela y veo con preocupación la situación del abandono animal en el país. Hasta ahora no he hecho mi primer rescate, pero mientras tanto colaboro con las fundaciones en la ciudad. Ojalá más personas como tú se unan a la noble causa del rescate y protección de animales desamparados.
Hola muchas gracias por leer mi historia! si, es muy doloroso ver tantos animales en la calle, lo más triste es que la migración a obligado a muchos dueños a abandonar irresponsablemente a sus mascotas. Esperamos algun día que las personas sean consientes de lo que hacen. Un abrazote y gracias por tu comentario.