Blog sobre mí: La cita de Mj

23 05 19 O COMO LAS COSAS SON BONITAS E INESPERADAS

¿Cuántos de ustedes han logrado salir con su amor platónico? Aunque parece imposible, hay una pequeña cantidad de la población mundial que lo ha logrado y este es mi caso.

Antes de ingresar a mi carrera universitaria visite mi escuela para curiosear la gente que estudiaba allí y así fue como lo conocí a él, un chico de cabello largo (para ese entonces) con barba y outfit de documentalista.

Me quede congelada mirando mientras salía de su salón y a partir de allí no me lo podía sacar de la cabeza, por cosas extrañas de la vida empecé a tener información sobre él. Supe que era fotógrafo y supe su nombre, para mi gran sorpresa se llama igual que mi cantante favorito de adolescencia.

Lo stalkeaba en redes sociales, pero **me daba pena seguirlo **, así que les pedí a varias amigas que le enviaran solicitud de facebook para que me avisaran si él subía fotos nuevas…

Vamos, no me juzguen. Ustedes también lo han hecho alguna vez en la vida. ¿O no?

Una de mis amigas comenzó a tener contacto con él y una vez él la cito para conversar pero termine hablando yo y tuve la oportunidad de conversar buen rato con él, luego no lo volví a ver por mucho tiempo.

Sabía que JAMAS iba a pasar algo entre nosotros porque no nos conocíamos, hasta que un día coincidimos en una filmación y tuve la oportunidad de tratarlo por muchos días.

No sé qué paso, pero de pronto me volví visible para él y el trato era más amistoso que antes, de la noche a la mañana comenzamos a tratarnos con mucha confianza, como si tuviésemos mucho tiempo conociéndonos y eso propicio su invitación.

Un día conversando por celular me invito a tomar café y conversar un rato en persona, yo estaba súper desconcertada y emocionada… ¿en verdad está pasando esto? ¡ÉL ME ESTA INVITANDO UN CAFÉ!

Sin pensarlo mucho accedí y así nos encontramos para vernos y conversar.

Las horas pasaron rapidísimo, tomamos varias veces café y estuvimos hablando de muchos temas. Nunca hubo silencios incómodos, al contrario, siento que nos falto tiempo.

Para hacer más amena la tarde comenzó a llover pero el día seguía soleado y al instante se produjo un arcoíris precioso en el cielo, ambos nos acercamos a la ventana para verlo.

Estábamos maravillados por lo bonito del paisaje y de pronto él saco su celular y comenzó a tomarme fotos.
Mi amor platónico no solo me invito un café sino que también me está fotografiando… Me moría de amor, pero por obvias razones debía mantener las apariencias.

Ya era mi hora de regresar a casa y nos despedimos con ganas de hablar más pero se me podía hacer tarde, así que con esperanzas de vernos otra vez nos dijimos adiós.

Coincidimos varias veces, nos escribíamos una que otra vez y hasta pautamos para encontrarnos de nuevo, pero no hemos podido lograr vernos más.

Las ocupaciones de ambos nos agobian. Solo espero poder tener la dicha de tener otra cita con él.

Espero que te haya gustado esta breve historia.

Seguiré compartiendo mis postales, mis historias y una que otra anécdota del día.

¡Gracias por estar allí!