Topofilia de mis recuerdos - Versión I

No me cabe la menor duda al expresar la profunda calma y paz que se siente, en lugares naturales, con poca intervención del hombre, en mi juventud experimenté caminar por varios senderos de montaña, playas, tepuyes, llanuras, esteros, todo esto ocurre en mi hermoso país Venezuela, fueron muchas historias de días, madrugadas y noches relatadas y descritas en mi diario de excursionista el cual conservo desde aquellos años en 1986 cuando inicié mi ruta expedicionaria con el Centro Excursionista Universitario Maracay CEUM estas son sus siglas, al rededor del mundo están distribuidos varios compañeros de viaje a los que considero mis amigos y amigas, los guardo en mi corazón, aunque algunos ya no están, se marcharon al infinito como mi amigo Médico Veterinario Vicente Miguel +, que descanse en la eterna paz con muchas luces y disperses ese gran amor por las mascotas y animales exóticos que protegía, conservo muchas sonrisas de él. Posteriormente me uno de forma mágica y casual al grupo de excursionistas y aventuras KUYAIMÁ, integrado por personas maravillosas de diversas profesiones y experiencias con quienes continué mi apasionante recorrido "Buscando siempre un camino" así dejé escrita la frase que nos identificó en nuestra labor colectiva; ya que, la aventura de explorar nos llevó a muchos lugares que jamás borraremos de nuestras historias de vida que coincidirán en la tertulia, juntos como siempre andaremos disfrutando tantos lugares que nos hacen comunes. Así lo percibo y en algún momento cuando me encuentro con uno de ellos, el abrazo se hace tan apasionado y tan apretado que se convierte en una resurrección de emociones, sentimientos y cosas indescriptibles con palabra alguna, por lo espiritual y lo hermosos que se siente...- respiro profundo para retomar la escritura, porque me hace suspirar, sonreír y llorar, agradecida de Dios por dar tanto amor a mi existencia.

Continúo la gruta filial, no hay lugar favorito, todos y cada uno significa lo que es, lo que pasó allí y lo que pasará cuando nos volvamos a encontrar.

Con sentimientos topofílicos, como no amar esos caminos que te conducen a lo mágico, por ejemplo Ruwe merú, Kama merú, Aponwuao, son vocablos de los saltos de agua de nuestra Gran Sabana que he visitado, están ubicados en el estado Bolívar, Venezuela, en cada uno sembré una estrella, que desde lejos veo por las noches a cada una con su luz radiante, están allí con la expresiva sonrisa de mi amigo John Junor+, mi gran guía en ese paraíso, de quien aprendí lo valioso de cada lugar, lo especial que se hizo nuestra historia de amigos por siempre, hace mas de tres décadas dejé la promesa de continuar defendiendo de la explotación tantas maravillas creadas por Dios, aprovecho la ocasión para agradecer a todo el pueblo Pemón por cuidar estos tesoros, por celar con el alma y por abrirme sus caminos sagrados para que yo los transitara, estos permisos fueron un gesto muy especial, me hicieron ser princesa, como lo comentaban en su lenguaje lleno de sencillez y sinceridad. Claro está, ser amiga de John era un honor y los privilegios se hacían notar, realmente los disfruté...Retornar de vez en cuando a la Gran Sabana o mirar fotografías en las redes es estar allí, sin tiempo transcurrido, tal como se mantienen los tepuyes Roraima, Kukenan o matawi e Ilu tepuy en una sagrada quietud combinado con el silencio que inspiran amor, pureza y paz, por contener tantos siglos de historia natural viva que se expande en cada visitante leal. Ahora bien, los trasladaré a otros lugares donde disfrutarán olores a ciruela, guayaba, guanábana, cereza, lechosa y mango, son frutas sembradas de esperanza por las manos amorosas de mi madre, en nuestro amado Rancho Grande, la gruta de su entrada la adornan plantas de ciruelas que te dan la bienvenida y te invitan a festejar, mientras caminas a la casita, a la vez te proponen regresar si imaginas sus frutas maduras antes que aparezcan las primeras lluvias... Ahora bien, los he traído a un lugar de contraste construido por hombres y mujeres que amamos la tierra, sus frutos y animales, allí está una hermosa filiación que hace honores a la familia y me atrapa constantemente, amo volver constantemente en mi filiación me seducen los afectos con los diversos aromas del campo y las escenas con la familia.

El descanso de las vacas, rodeadas de garzas blancas entre cantos de loros y araguatos, es una escena de aventura, este lugar común que me trae gratos pensamientos, lo atesoro, por ser un verdadero nicho ecológico que resguarda a cada especie animal que allí se posa, oportunamente se ofrece agua, calma y alimento a los animales; cómo no amar tanta ternura..., disfruten la escena desde esta imagen que captura lo simple con el arte, en un lugar llamado Préstamo que ofrece todas las comodidades a la fauna y a la estadía humana, para ilustrar un poco el préstamo es una especie de laguna artificial que se llena de agua en época de lluvia y en la época seca permanece como en la imagen con un suelo seco en casi su totalidad, crecen algunas gramíneas y otras especies de plantas muy pequeñas; de ese lugar tomaron prestada su tierra como material de relleno para formar el talud de un embalse, está ubicado en la parte trasera de la casa en Rancho Grande, el campo de la familia que visito con frecuencia y donde nos reunimos familiares y amigos, es un lugar especial para soñar y despertar, siempre bajamos a ver como está el préstamo es divertido tanto para los adultos como para los niños.

Compartir paseos de la familia, es compartir sueños permitidos, los Morros de San Juan son una formación natural, ubicada en el estado Guárico, representan unas formaciones rocosas muy verticales, escalarlos requiere de equipos de montaña y su debida preparación, es un reto aquí en Venezuela, los visitantes ascienden y llegan a recorrer su base muy diversa con un paisaje de encanto, atraen a los buscadores de tesoros, son la infinita cima que desde su verticalidad ofrece las pruebas de resistencia humana brindando a la vez las grandes opciones de placer, para insistir haciendo tributos a la vida. Respiren un poco, y disfruten un poco la fresca brisa y las aromas que se emiten en este bendecido lugar, no es comparar, es disfrute pleno de la armonía conjugada con el verdor que nos conduce a otro extremo de nuestra geografía venezolana, a la cual debemos agradecer por brindarnos tanta maravilla con estos bondadosos lugares para amar y disfrutar.

Volver a sonreír, extender los brazos y amanecer en una paradisíaca playa frente a un inmenso mar donde confluyen muchos momentos vividos, cada playa que he disfrutado desde Choroní, Cata, Cuyagua,...al son del tambor en el estado Aragua, hasta tocar ritmos orientales en Playas como Uvero y Patilla del estado Sucre, no basta decir palabras de elogio, es ser tocada por cada rayo de luz e hidratarse en salinas aguas, confeccionadas especialmente para personas como nosotros, los convoco a decir si a la vida y a ser feliz con tanta maravilla hecha para convertirse en la topofilia de nuestros recuerdos, atreverse es decir si, a nadar y navegar, seguir caminando en la búsqueda de ese camino, hasta lograrlo.

Como transeúnte de la vida, agradecida y bendecida por compartir lugares especiales que abrazamos en familia, con los amigos y con ustedes, los invito a caminar por sendas que en la tolerancia común, podemos compartir. Gratitud por permitirme mostrar imágenes de los topos que he visitado, donde guardo mas que historias, sueños y preguntas. Aprecio sus propuestas y apoyo para continuar dando lo mejor de mi.