Me enamoré
de tu boca y tu voz tan grata
y del calor que emanas cuando me abrazas,
de tus manos apreciadas
y tu manera de sacarme una sonrisa por las mañanas.
de tus caderas montadas sobre mis piernas,
de la aurora que mis ojos en ti denotan
y la paz que mi alma en ti vislumbra cuando te acercas.
de tu modo de seducción
y la manera de volver loco a mi corazón.
De tu locura sin cura
y mi poca cordura refleja en mis partituras.
de tu ciclo y mis ganas contigo,
de lo bello de tu ombligo
y tus gemidos cerquita de mi oído.
de tu manera única de provocar mi lengua,
de tu pelo hasta las caderas
y lo divino del vino que a sorbos tomo de tu ombligo.
y tus sonidos concierto de mis oídos
desesperados por tus palabras que no olvido.
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