Grigori Yefimovich, Rasputín, era un monje iletrado y de origen campesino que se encumbro gracias a su fama de taumaturgo, de sus dotes extraordinarias de sugestión y el haberse ganado la confianza de la zarina, Alejandra Fiódornovna, a base de numerosas intrigas en 1905.
Desde 1907 el débil zar Nicolás II, quien era dominado por su esposa, siguió ciegamente las indicaciones de Rasputín pues ambos lo consideraban el salvador del zaretvich Alexis aquejado por la hemofilia.
Es así que el enigmático “staretz”(santón) disponía a su antojo del gran imperio; asunto que le creo numerosos enemigos, muchos de los cuales no podían tolerar su nefasta influencia.
El príncipe Félix Yusupof decidió finalmente, con un pequeño grupo de conjurados, dar muerte a Rasputín, lo que llevó a término personalmente la noche del 29 de diciembre de 1916. Según el relato de este aristócrata, cuando agonizaba el monje -lo cual dilató horas, dada la resistencia del santón a los venenos más fulminantes y a las balas-predijo la caída de los zares debido a su asesinato. Ello se cumplió puntualmente.
Pero además de dedicarse Rasputín a la política y vivir de acuerdo a sus desaforados apetitos, este legendario personaje se abocó al estudio de las mancias (artes de la adivinación) lo que, como Nostradamus, le permitió escribir una serie de predicciones expresadas en su propio lenguaje sobre el medio ambiente, la religión y la política.
Dichos vaticinios pueden ser interpretados de muchas maneras diferentes y aunque podemos dar algunas líneas para su comprensión, lo mejor es que las juzgues por ti mismo.
Sobre el medio ambiente
“El aire que hoy desciende a nuestros pulmones para llevarla vida, llevará un día la muerte. Y llegará el día en que no habrá montaña ni colina; no habrá mar ni lago que no sean envueltos por el hálito fétido de la Muerte. Y todos los hombres respirarán la muerte, y tos los hombres morirán a causa de los venenos suspendidos en el aire”.
No es difícil comprender que Rasputín se refiere a la degradación de nuestro ecosistema. Esta visión es una de las tantas otras en las que se refiere a la contaminación del agua, a los cambios estacionarios, a la muerte de la vegetación y de la vida animal.
Concretamente he escogido este fragmento que describe cómo es el aire en el presente, pues es un hecho que los índices de polución se han incrementado en las principales ciudades del mundo, incidiendo a tal punto sobre los procesos biológicos del ser humano, del agua, del suelo y, en especial del aire que esta situación es considerada una violación a los derechos fundamentales del hombre, de acuerdo a los principios establecidos en 1970 por la Organización de las Naciones Unidas en Estocolmo, al privarlo de un ambiente limpio y libre de subtancias nocivas que atentan contra su salud y su calidad de vida.
Aunque Rasputín describió una atmósfera nauseabunda y mortal, no supo si su origen serían los carburantes y productos químicos, o debido a alguna catástrofe natural o industrial mas en la actualidad podemos ya definir el efecto de algunos de los venenos que respiramos.
En este tenor, el pueblo ameridindio de los Hopis o Mokis -que se hace llamar el pueblo de la paz- consideran que somos el Cuarto Mundo según explica su ancestral “Tabla sagrada”. Estas lápidas de piedra denominadas van pasando entre las manos de los diversos jefes desde sus orígenes más remotos, en ellas aparecen numerosas profecías, así como la historia del génesis de la vida en este planeta, su evolución tecnológica y espiritual.
De hecho desde hace cientos de años ya describían los teléfonos (como telas de araña en el cielo, a través de los cuales la gente podía hablar), lo trenes,las carreteras, la bomba atómica, las Naciones Unidas pues se les predijo a los hopi que viajarían a un lugar donde se reunirían todo los pueblos del mundo para tratar de convencerlos de que volvieran a sus costumbres sagradas.
Según esta piedra este mundo habrá de pasar por una purificación. Esta cuarto depuración se produciría de dos maneras. Una supondría la acción de los cuatro elementos. Esto implica que asistiríamos a grandes inundaciones en muchos lugares, los vientos más intenso que hubiésemos visto jamás, sismos y erupciones volcánicas. Veríamos como la tierra, el agua, el fuego y el aire participan en el proceso de la depuración.
La otra forma de depuración tendría como protagonista un pueblo de piel rojiza que un día llegaría a la tierra de los hopis y la conquistarían. Se les advirtió que si esto sucedía no debían salir de sus casas, porque habría una substancia en el aire que los mataría.
Actualmente los hopis habitan una inmensa zona que ocupa parcialmente los estados de Arizona, Nuevo México, Colorado y Utah. Culturalmente pertenecen al grupo de los indios “pueblos”. Viven en poblados formados por elevadas casas hechas de adobes, cultivan maíz,calabazas y frijoles. Son expertos tejedores y excelentes alfareros, y en sus artesanías es manifiesta su habilidad decorativa.
Religión
“Mahoma dejará su casa, recorriendo el camino de los padres. Y las guerras estallarán como temporales de verano, abatiendo plantas y desbastando campos, hasta el día en que se descubrirá la palabra de Dios sea una, aunque sea pronunciada en lenguas distintas, entonces la mesa será ceniza, como cenizo será el pan”.
Todos sabemos que en el siglo XXI continúan numeroso problemas de religiones enfrentadas. En especial, la de Mahoma con la de Jesús. En el pasado trajo numerosas guerras santas, denominadas Cruzadas para los cristianos y Yihad para los musulmanes, en las que se luchaba por conquistar a los infieles e instaurar la religión que cada uno de ellos consideraba la única y verdadera.
Cuando los musulmanes fueron expulsados de Europa se les clavó una espina en el pecho de la que siempre quisieron deshacerse. Pues bien, es posible, según Rasputín que en el futuro los musulmanes emprendan otra Yihad. Alentadora es al menos la última frase en la que augura que por fin el hombre comprenderá que sólo existe un único Dios, por muy diferente que se le denomine.
Política
“Y cuando los do fuegos sean apagados, un tercer fuego quemará las cenizas. Pocos hombres y pocas cosas quedarán; pero lo que quede deberá ser sometido a una nueva purificación, antes de entrar en el nuevo paraíso terrestre”.
Sabemos que en este caso Rasputín se refiere como fuegos a la grandes contiendas, es decir a las do guerras mundiales. Lo preocupante es que plantea una tercera que fulminará casi todo. Pero en dicha destrucción se arrancarán las malas hierbas del jardín, pues después de algunos cuidados ese pasto será de los mejores.
En este sentido Rasputín coincide con las profecías de Michael de Nostradamus y de Buda, quien nos promete que habrá mil años de paz y prosperidad.
De la misma manera lo vaticinan los hopis: “Pero una vez más de este viejo mundo surgirá otro nuevo cargado de esperanzas recogido en el mensaje inmaterial de nuestro pueblo. Crecerá un nuevo árbol, aun más glorioso que el que hoy dejo entre vosotros.con este nuevo amanecer, yo regresaré (el Espíritu Inmaterial) y bajo la sombra del nuevo árbol, viviré con vosotros.Y se nos unirán no sólo las tribus rojas sino también las blancas del norte, las negras del sur y las amarillas del este. Las cuatro razas vivirán en armonía bajo las ramas del nuevo árbol”.
Fotos: 20minutos.es, Libertad Digital, Rey del Kish