Cadáveres andantes deambulan
por calles con pasado, sin presente.
Y sombras acechan tras las paredes
con ojos negros de mirada oscura.
Cristianos de espíritu miserable,
vampiros del dolor largo y ajeno,
reprimidos torquemadas y diestros
en cargarle al vecino sus desmanes.
Guardianes de la negra intolerancia
y zombis que desprecian cuanto ignoran.
Viviendo en la noche, temen al alba.
El valle, las montañas y sus rocas
se abrieron, respondieron a llamadas.
Las almas, siguen por angostas trochas.
Me gusto mucho! Me imaginaba la trama de una pelicula mientras lo leía! Felicitaciones! Saludos