La palabra de Dios nos enseña, que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos, en el libro de Santiago 2:8 nos hace referencia que si cumplimos con este mandamiento bien hacemos.
Ahora bien ¿estamos claros quien es nuestro prójimo?, cuando hablamos de este principio bíblico, pareciera que no entendiéramos la definición de lo que es el prójimo según Dios; ya que en muchas oportunidades podemos ver como algunas personas realizan muestra de amor, compasión y otros innumerables sentimientos por sus esposos, hijos, padres, amigos, etc.
Sin embargo, se les dificulta tener alguna muestra de empatía u amor por personas que se encuentra fuera de su círculo social; el señor Jesús nos enseña por medio de la palabra, que nuestro prójimo es toda persona que se encuentra en nuestro entorno y que interactúa o no con nosotros.
Ahora bien, pasemos a la esencia de la enseñanza que quiero compartirles; cuando Dios nos manda amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos debemos preguntarnos lo siguiente:
¿Deseo que me amen?
¿Cómo quiero ser tratado?
Cuando estudiamos esta palabra con revelación, vamos a entender que el señor nos manda a que amemos y tratemos a los demás como nosotros queremos que lo hagan con nosotros; ya que como hijos de Dios tenemos la dicha de poseer amor del padre para poder entregar a otros y entendemos que toda semilla que sea sembrada se recogerá una cosecha.
Amigos espero que esta corta reflexión sea de ayuda en sus vidas.
Dios les continúe bendiciendo.