La depresión, me consume y me pone de piedra.
La depresión, es un mal silencioso, es una enfermedad que muchos de los pacientes que la sufren, NO logran detectarla; a veces justificamos nuestro malestar, por un mal día, atribuyéndolo al tiempo nublado, a la pesadilla de la noche anterior, a una mala digestión, a la menospausia; en fin, a cualquier circunstancia puntual de ese momento; pero cuando los síntomas se extienden y pasan a ser días y semanas continuas de llorar, sin ningún motivo que lo justifique, es cuando debemos sentarnos a pensar, que estamos pasando por una auténtica enfermedad.
Hay muchos síntomas para detectarla, pero tendremos que ser nosotros, los que debemos diagnosticar en un principio nuestro mal, ya que no hay la posibilidad de lograrlo a través de un examen de laboratorio ni de sangre.
Una detección a tiempo, puede salvarte la vida; a medida que los síntomas se van incrementando, y los sentimientos de culpa, las sensaciones de fatiga, la falta de sueño, el exceso de sueño, la falta de energía, los sentimientos de que no vales nada, el llanto continuo; aparece entonces lo más temido: los pensamientos de muerte o suicidio.
La primera desición, que nos rescatará, es tener el valor, el valor de reconocer, que somos uno, de esos muchos pacientes que sufren de depresión.
Existen infinidad de recomendaciones para salir de una depresión, a parte del tratamiento médico a seguir, debes complementar, con actitudes personales.
Aunque no tengamos la disciplina del ejercicio, debemos realizar caminatas cortas y ejercicios de respiración.
Existen muchos de libros de superación personal, enfocados en estos temas; allí encontrarás cantidad de información muy valiosa.
Algunos pacientes que han pasado por esta enfermedad, recomiendan llevar un cuaderno, tipo diario, escribir allí todos tus dramas, fracasos, escribir la parte negra de tu vida; es importante NO acumular estas escrituras y al día siguiente, romperlas, como si estuvieras rompiendo, las cadenas que te llevaron a esta situación.
P.D: Lo último, debe ser lo primero: no dudes en pedir ayuda profesional.
Las imágenes fueron sacadas de Pixabay.com