Nuestros verdaderos temores generalmente están encerrados en nuestros espejo, tememos realmente a nuestra propia inmensidad. Cuando nos damos cuenta de que lo más temido que es la muerte, no da nada de miedo, podremos mirarnos a nosotros mismos sin temor a nada.
Hace un tiempo también escribí una frase, te la comparto. "Tan tonto es nuestro miedo a la muerte, que nos escondemos sin que ella nos quiera asustar" Gracias por tu comentario, y por leerme. Saludos