¿Quién no se ha reunido a jugar una partida de este popular juego con sus amigos? Jugado con los naipes de la baraja española, el truco es un juego ampliamente conocido en América del Sur, sobre todo en países como: Venezuela, Brasil, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay. Pero, ¿qué hace este juego tan especial? En este post espero desvelarte una de sus cualidades más interesantes, espero lo disfrutes. Comencemos:
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Ya sea en tu casa, en tu trabajo o en el supermercado, generalmente para resolver un problema, sea cual sea la procedencia y la magnitud de este, es necesario analizar diferentes factores y desarrollar el cálculo de determinadas variables para poder dar con la solución más adecuada. En muchos casos realizamos este proceso mentalmente, nuestro cerebro reúne toda la información necesaria para poder optar por el camino más beneficioso para nosotros.
Esto sucede mucho en los juegos, sobre todo aquellos en los que es necesaria la estrategia para vencer a tus adversarios y de este modo hacerte con la victoria; sin embargo, es importante resaltar que analizar no es lo mismo que calcular.
Para explicar esto mejor, es necesario hacer la comparativa entre el truco y otro juego mundialmente conocido: el ajedrez.
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Sabemos que el ajedrez es un juego tremendamente complicado debido a la infinidad de posibilidades en las que se puede desarrollar una partida, es evidente que para jugarlo efectivamente se requiera una mente prodigiosa, ya que cada jugada exige un altísimo nivel de concentración y atención, y la más mínima distracción significaría la derrota. Ahora, imagínate una partida de ajedrez entre dos mentes prodigiosas, ¿quién ganaría?, evidentemente, ganaría el jugador que estuvo más pendiente del juego, el más concentrado, pero no necesariamente el más agudo. De modo que, el ajedrecista es un calculador y no un analista, ¿no existe hoy en día supercomputadoras capaces de llevar a cabo una partida de ajedrez con total normalidad?, podemos apreciar como un complicado algoritmo de programación desarrolla millones de cálculos antes de realizar cualquier movimiento, derrotando así a muchos campeones ajedrecistas alrededor del globo. Podemos observar de esta manera que el ganador es quien hace la mayor cantidad de cálculos cometiendo la menor cantidad de errores posibles.
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Ahora veamos que sucede con el truco. El truco es lo opuesto en diversos factores, por ejemplo, el nivel de atención y concentración requerido para ganar es comparativamente menor, pues es más importante la astucia y la perspicacia durante la partida. Si dos personas juegan al truco, el vencedor será aquél que logre engañar a su oponente utilizando su intelecto para elaborar el movimiento más rebuscado y el más intrincado. Pues, aun teniendo la peor de las manos es posible ganar el juego entero en una sola ronda. A diferencia del ajedrez, en el truco es necesario estudiar al oponente, observar sus expresiones y analizar sus gestos, podemos observar entonces que existen otras variables que son importantes observar, variables ajenas al juego y que, irónicamente, forman parte del mismo. Algunos intimidan a su oponente, otros hablan, otros optan por la provocación, incluso la manera de agarrar las cartas, un chiste repentino, una actuación fingida, todo cuenta para reconocer cuándo una jugada es una trampa o no. Ver más allá de lo que está a simple vista es lo que determina la pericia del analista.
Este sin duda es un juego que pone a prueba tu capacidad analítica para predecir las jugadas, entrar en la mente de tu adversario, engañarlo y jugar con tanta eficacia como si tus oponentes tuvieran las cartas hacia arriba. Así se juega al truco.
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Una vez leí, el buen ajedrecista solo será un buen ajedrecista, pero jugar a juegos de este estilo, como es el truco, te servirá para muchas otras áreas en tu vida. Ya sea en tu casa, en tu trabajo o con los amigos, estos recursos que se desarrollan son aprovechados en situaciones en las que, observando atentamente con una mente analítica, resolveremos problemas que con una mente calculadora increíblemente tardaríamos mucho más tiempo. Por supuesto, si puedes combinar ambas capacidades intelectuales no habrá quién te detenga.
Espero este post te haya sido de utilidad. Si quieres opinar algo al respecto te agradecería mucho que me lo hicieras saber en la sección de comentarios. Sin más que agregar ¡Nos estamos leyendo!
Este artículo fue desarrollado por Manuel Rodríguez.
El truco te enseña a gritar y a decir grocerías jajaja :)
Yo he dejado por unos meses de jugar truco y lo reemplacé por el ajedrez, pero aquí tengo la excusa perfecta para seguir jugándolo. Na, mentira, si volviera a jugar, sería para pasar un rato agradables con amigos :)
¡Saludos, mariart1! Bueno, realmente depende de con quién juegas jaja. De todos modos, un vocabulario intimidante aunque usted no lo crea forma parte de la estrategia. Gracias por leerme !
Todo mi tiempo desperdiciado en la universidad y nunca aprendí a jugar truco jajaja
¡Nunca es tarde! Siempre se puede aprender algo nuevo ;)