Vengo llegando a Venezuela, siendo uno de los raros que toma decisión de regresar sin estar seguro de cómo/cuando volver a salir (en post próximo explicaré por qué). Pero al parecer todo ese trayecto, a poco para llegar a su final, dejó un regalo, una mujer de luz que me acompañó a disfrutar esos últimos días, a confiar en mí mismo y así tomar de nuevo el rumbo en el asunto de oír al corazón ahora con más atencion y seriedad.
Esta foto a continuación es sobre nosotros...
Nos conocimos en Puno (Perú), y ya desde ese día ambos percibimos una conexión especial. Yo le comenté unos presentimientos muy fuertes sobre a dónde va el mundo y el mensaje de luz detrás de lo que sucede en Venezuela. El que con ella me atreviera a comentar esa parte de mi realidad interna ya la hacía especial para mí, ya no sólo por belleza o química. Y no sólo no me tomó como loco, sino también entendió las razones que mi mente racional le da a esa intuición como justificación (más tarde ella me mostró el libro que cargaba consigo durante su viaje: Venas Abiertas de Ame. Latina de E. Galeano).
Tambien cabe destacar que ella venía de realizar un voluntariado y yo estaba culminando el mío. En el hostel donde yo trabajaba y donde nos conocimos, hospedábamos casi únicamente turistas netos, y nadie de ellos haciendo obra social o trabajando en el camino como ella.
Entonces luego, aparte de la sincronicidad de corazones a través del afecto especial que surgió, cuando comparamos nuestros boletos de avión de regreso a nuestras casas, impresionantes coincidencias aparecieron:
- Ambos vuelos hacían escala en ciudades distintas pero del mismo nombre: Barcelona (de España ella y de Venezuela yo)
- Aunque ella arrancaba el 17 de mayo y yo el 21, ella se quedaría en Barcelona hasta el 21 y por ende llegaría a su ciudad el mismo día que yo.
- Ya llegado el día 21, su vuelo de Barcelona a su país Italia, que despegaría a las 7am en su hora local fue suspendido y no arrancó sino casi 5 horas después. Eso hizo que arrancáramos ambos a nuestro país natal casi en el mismo momento!
El día siguiente después de llegar, tambien coincidió el asunto que se presenta en la foto: ella consiguió un bombón italiano hecho con cacao de Venezuela, y yo fui a mi bombonería favorita y uno de los apenas 2 bombones nuevos que tenían (nuevos desde que me fui) era de Limoncello, una bebida típica de Italia.
También surgieron otros mensajes de paralelismos en el camino y por cada uno de ellos estoy agradecido. Gracias bellezza por cruzarte en mi camino, y por permitirme tanto compartir con la belleza de tus ojos las maravillas de Lima y Perú, como viceversa.
Hermoso post. Gracias por votarme.
Excelente post, hermano. Se me hace que usted se enamoró. El país está insoportable, dios nos ayude a sacarlo adelante. @henpar.