Saludos, resulta acertada la postura de considerar al dinero, no como un fuente de felicidad, sino como una herramienta; ciertamente lo es, pues quién puede trabajar sin una herramienta, sin él resultaría estéril cualquier idea que deseemos materializar. Lo concreto es que nos encontramos en un mundo material, y el dinero es aquello que nos permite conseguir muchos objetivos, alcanzar metas. Más aún, en consonancia, parto de un ejemplo, los lugares lujosos o vistosos no hacen la felicidad, lo que la hace son las personas con las que se puede compartir en esos lugares. Buen post @anahilarski