La soledad tiene que ser vivida y sufrida para que pueda convertirse en deseo de vivir y de relacionarse de otro modo con uno mismo. Para que puedan surgir nuevos sentimientos y nuevas perspectivas.
Es cierto que a veces nos llega de repente, obligada, traumática, con la desaparición de un ser querido. Otras veces la trae la depresión, la tristeza, barreras físicas, anímicas y sociales.
La soledad margina y nos separa de los demás pero también ayuda a marcar límites y a valorar las relaciones.
En un mundo tan de prisa, tan convulso como el que vivimos, la soledad nos permite concentrarnos en el interior, en lo importante para cada uno, nos ayuda a ver nuestros puntos débiles y los recursos de que disponemos. Se necesita la soledad para valorar el pasado, experimentar el presente y proyectar el futuro. Desde este punto de vista la soledad es iluminadora, es transparente, es la base del autocrecimiento.
excelente post... me gusta mucho lo que escribiste... te felicito...
Gracias fidelash seguiré publicando espero mis artículos te sigan interesando
gracias espero que sigas leyendo mis artículos de motivación