Cada vez que pienso en Venezuela y en lo mal que está, no puedo hacer a un lado a los jóvenes que aun siguen en este país, estudiando no pero están dejando su alma aquí. Y los profesores que aun se quedan son admirables, un país no sale adelante sin un motor educativo y es digno de admirar que tu seas profesora, y siento mucha pena por lo que escribes.
Tal cual lo dices: "el cerebro con el estómago vacío no puede funcionar." como también es cierto que una sociedad que no tenga sus necesidades básicas cubiertas no puede aspirar a nada mas que vivir el día día.
Claro que sí hay que apostar a los que aún siguen aquí, muchas gracias, los profesores sufrimos y padecemos pero no hay que perder la fe. Seguir adelante, Gracias por tus valiosas palabras