Me gusta la sonrisa de un lindo amanecer
cuando el sol la esperanza trae en su hermoso brillo
y vuela el turpial bello con el pecho amarillo
en la rosa del día que empieza a florecer.

Me agradan los recuerdos de un trepidante ayer
que para el corazón son trofeos radiantes
y aunque en el tiempo inhalan silencios trashumantes
son parte de un tesoro guardados en mi ser.

Me atraen los saludos que dan los caminantes
con sus voces gritonas en las pobladas calles
y ver en sus miradas esos gratos detalles
de clara simpatía en halos desbordantes.

Para mí los domingos resultan fascinantes
al ver gente en la iglesia alabando al Señor
o mirar en la plaza al hombre ya mayor
desplazarse con niños tremendos e inquietantes.

Me encanta esa voz franca de la señora Flor
con sus giros de niña a veces reclamantes
que a mí me hacen pensar ahora y como antes
de que a pesar de todo siempre existe el amor.

Autor: Landis Rafael Álvarez Lecumberre
@lecumberre
¡Qué bonito es ser poeta en este hermoso universo
para decir todo en verso desde la a hasta la zeta!

Muchas gracias por leerme, te invito a leer otros de mis escritos.

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