Sí, tienes toda la razón, la exposición fluye por el trabajo previo, porque sólo tienes que contar qué has hecho.
Madre mía un valium... ¡yo fui con una triste valeriana! Y me ayudó a calmar los nervios.
Otro truco que me enseñó mi padre, es relajar la garganta. Resulta que al ponernos nerviosos, parte de la tensión se acumula allí, la voz te sale como estrangulada y, como no administras bien el aire, te acaba faltando el aliento a mitad de la exposición. Pues me aconsejó que relajara la garganta e hiciera la voz un poco más grave de forma consciente... y funcionó.
¡Un beso!
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