El tema del tiempo siempre me ha apasionado, incluso he soñado con viajar al pasado. Hace poco leí sobre un personaje bíblico llamado Enoc que se presenta como un viajante del espacio, el narra en su libro como están sustentados los planetas y las estrellas, dice además que en el cielo donde se encuentra Dios no hay tiempo. El autor expone el misterio del calendario solar hebreo, y el secreto de las luminaria, hace énfasis en el recorrido y alineación que estas realizan, se intuye que gracias a esos movimientos es donde se origina el tiempo. El libro de Enoc es fascinante, incluyendo el capítulo que relata la caída de los ángeles en el planeta tierra, afirma que ellos tuvieron relaciones con las mujeres terrícolas y éstas dieron a luz a gigantes. Algunos estudioso del tema, aseguran que los gigantes (nephilim) vivieron en la época antes del diluvio, lo sustentan por hallazgos de cráneos de gran tamaño. Por otro lado, los ángeles los han relacionados con los seres celestiales presentes en petroglifos y ciertas esculturas encontradas. La película de ciencia ficción titulada Interstelar reseña claramente mis sueños de viajar en el tiempo.