Soy sincero y esto también me pasó en su momento, mi fuerza de voluntad era tan baja que no podía dejar de fumar un cigarro por más de una hora, aun sabiendo las consecuencias que traía para mi salud, no podía controlarme y esta situación me frustraba mucho, más de una vez trate de dejarlo pero me rendía fácilmente, hasta que conseguí “la clave” para por lo menos dejar de fumar más de media caja de cigarros al día, descubrí que el mejor truco para abandonar el cigarro era simplemente hacerlo sin darle tanta importancia y recordaba que antes de empezar a fumar no me era necesario, mi vida con o sin él iba a ser casi igual, con esa pequeña diferencia que no me estaría dañando los pulmones y generando poco a poco algún tipo de cáncer. El vicio del cigarro también afecta mucho la parte económica, por esto al bajar esa dosis de nicotina diaria en mi vida, pude ahorrar una buena cantidad de dinero, que me serviría para un disfrute mucho más sano y darme las razones necesarias para mantenerme fuerte en mi decisión de dejarlo.
Todavía sigo fumando, pero no tanto, no necesito un cigarro para calmar mi ansiedad o matar el ocio, lo importante es que deje de hacerlo esencial en mi día a día, conseguí la meta que me plantee, sin embargo, más allá de los cambios en cuanto a mi salud y mi economía, note que el cigarro también estaba matando otra parte esencial para mí, mi creatividad, no sé si soy el único que le ha pasado esto, pero me di cuenta que al dejar de fumar tanto mi mente podía concentrarse en cosas realmente importantes.
Cuando fumaba lo hacía para despejarme, para olvidar lo que me agobiaba o lo que estaba haciendo, es decir me tomaba un descanso de 15 o 20 minutos para tener la mente fresca y volver a retomar lo que estaba haciendo, sin embargo, el hecho de tomarme ese descanso no era beneficioso para mí, sin darme cuenta me cortaba la inspiración, me desconcertaba y me hacía perder ese foco para hacer mi trabajo de una manera perfecta.
La verdad desconozco si esto es algo común en los fumadores, pero me ocurría a mí, ahora en esos descansos ya no fumo, simplemente me levanto de la computadora o camino de una lado a otro sin una razón, pero mi mente al no estar ocupada en fumar, sigue trabajando, va sacando muchas ideas y me llena de soluciones para mis problemas cotidianos.
Estos últimos días he comenzado a utilizar la meditación como un hábito en mi vida prestándole unos 30 minutos al día antes de ir a dormir, lo hago para poder despejar mi mente y dejar de pensar, necesito “vaciarla” para luego poder llenarla con nuevas ideas, para mí y muchas personas fumar también actúa como una especie de meditación, el hecho de inhalar y exhalar es una muy buena manera de relajar tu cuerpo y tu mente, por eso se cree que fumar es relajante, sin embargo, después de volverse un hábito pasa a ser relajante solo para calmar la ansiedad por la falta de nicotina en tu cuerpo.
Asocio el hecho de fumar con la meditación para poder explicar mejor mi punto con el siguiente ejemplo: Estoy seguro que le resultara bastante fácil y normal imaginarme fumando un cigarro cada hora del día, para relajarme y calmar mi ansiedad, pero ¿se imaginan que a cada hora del día me siente y me ponga a meditar? Estoy seguro que pensaran que eso no puede ser normal e incluso se sabe que cualquier cosa por muy buena que sea, en exceso es mala, pues eso mismo pasa con el cigarro, esa era la razón por la que al fumar tanto no podía sacar el mejor provecho de mi mente, porque la mantenía en un constante encendido y apagado, nadie podría concentrarse así.
Mi objetivo al hacer este post no es para que todos recapaciten y empiecen a decir que fumar es lo peor del mundo, en mi opinión el ser humano es un animal adictivo, el hecho de no fumar no nos hará mejores o peores personas porque todos tenemos vicios, algunos tienen debilidad por la bebida, por las apuestas, por la comida, por gastar dinero en ropa, por las redes sociales, el sexo, el trabajo, el amor y la lista puede seguir.
Controlar nuestros impulsos es la clave para llevar una vida mejor, no podemos rendirnos ante los vicios, ninguno trae cosas buenas, sus consecuencias pueden afectarnos de la manera menos esperada, como en mi caso, pero gracias a haberme alejado un poco de mi vicio como fumador me di cuenta que además de llevar una vida más saludable mi creatividad mejoro mucho porque en mis escapes de ocio podía centrarme en mis tareas y destacar en ellas.
Espero que les haya gustado mis post Steemians, nos seguimos leyendo :)