Heme aquí...
pagando alquiler al vestigio de mi carne;
entre koans y susurros de mi mente.
A duelo a muerte con la misión suicida,
de crear un gesto que al corazón aliente.
Heme allí...
entre rosas y capullos,
en tierra muerta en replica,
por mi silencio,
por mis murmullos.
¡Allí!
En las vistas gordas
y las almas que suplican.
Me reconozco...
en el nido de la esperanza, la sangre de los ríos,
en las muchas huidas, las pocas despedidas
y las madres que lloran por sus críos.
Y no me escondo...
si vivo en el rugido del mar,
en la violación sagrada,
en el sexo mundano
y tu callar.
Y me ves...
en el humilde sacrificio,
en el escudo de la necedad.
en donde los ángeles son esclavos
y los demonios sus amos.
Heme aquí, en mi misión por tu latido.
Me reconozco, en el espiritu dolido.
Heme allí, en la tierra que pisas
y no me escondo, si estoy en tus risas.
Y me ves,
In la kech.
Aquí estoy,
hala ken.
- Kashdaro