El Hombre Espejo

Feliz momento a todos y las mejores energías !!!. Espero este breve artículo sea de muy buen provecho para lectores interesados en esperar cosas buenas para sus vidas, algo así como lo que llamamos en argot mundial “la buena suerte”.

Durante siglos y a través de distintas eras y en diferentes posturas filosóficas y religiosas siempre se ha creído, mediante la intuición del ser humano, en la existencia de un mundo compuesto de otros submundos y realidades paralelas. Este ha sido un tema polémico, partiendo de la premisa del miedo de muchos a lo desconocido y por otra parte, la incredulidad al respecto que generan determinados sistemas de creencias en personas con tendencias de pensamiento materialista y sobre todo pragmático, algo así como los “Santo Tomas” de todos los tiempos ... quienes necesitan ver para creer. Gente de la tercera dimensión o 3D como es llamado por los estudiosos y practicantes de la metafísica, que se refiere al mundo físico y material dónde nos movemos y es regido por leyes newtonianas de causa y efecto, gravedad y acción-reacción entre otras. Mediante la aplicación y comprobación de estos procesos físicos se puede predecir un resultado a partir de la aplicación de una acción y esto es totalmente cierto. Sin embargo en el mundo de los vivientes esto no siempre es así.

Vivimos en una sociedad que se encuentra en constante movimiento, millones de almas que luchan por su bienestar y libertad personal, microcosmos dentro de un infinito macrocosmos que sueñan permanentemente en llegar a sus tierras prometidas y en la mayoría de los casos ponen el mejor de sus esfuerzos para que sea así. Si observamos a las personas del entorno es evidente que una gran mayoría no logra alcanzar, pareciera que “la buena suerte” no los acompaña en su andar y muy pocos o ningunos de sus sueños y anhelos se cumple o materializa. Sólo un pequeño porcentaje de la población mundial llegará a obtener la vida que desea en cuanto a riquezas o relaciones personales y a ser las personas que desean llegar a ser desde su verdadera esencia e identidad. Paradojicamente y a pesar de todos los esfuerzos realizados por cada entidad esto no siempre sucede así, no es cierto?. Es muy común escuchar frases como “que mala suerte tengo”, “el amor y las riquezas no están hechas para mi”, etc.

Pero este fenómeno tan común y con cierto matiz de infortunio o injusticia tiene una buena explicación. Nuestro mundo no solamente está regido por estas leyes causales sino por otro sistema de leyes que se originan en las partes más pequeñas de la materia que se llaman “átomos”, lo que en griego significa “indivisible”. Demócrates, conocido filósofo griego, fue el primero en proponer la existencia de los mismos. A través de los siglos y mediante muchos estudios de física cuántica se pudo constatar que toda la materia esta compuesta de millones de estas unidades microscopicas, por tanto todo cuanto nos rodea está formado por éstos. Todo, absolutamente todo lo que podemos observar y todo aquello que llamamos “la realidad”; nuestros cuerpos, nuestro entorno, los animales, las plantas, incluso nuestros hogares, nuestra ciudad y el entorno general donde nos desenvolvemos está compuesto de millones de átomos.

Para poder responder a esta pregunta debo hacer una breve explicación de ciertos comportamientos de este pequeñín. Basado en algunos estudios que han sido realizados desde los comienzos del siglo XIX hasta nuestros tiempos por varios físicos cuánticos quienes determinaron que: Los átomos son eternos, indivisibles e incompresibles. Existen de manera aleatoria y aparentemente desordenada. La propiedad de cada materia varía según como se agrupen los átomos. Se comporta como materia pero también tiene propiedades de onda y energía. Pero lo más impactante es el descubrimiento de que un solo átomo puede estar en muchos sitios a la vez y que su agrupación para coformar la forma que tomará la materia depende del efecto del observador (nosotros). Esto supone que mediante nuestra visión del mundo compuesta por nuestros sistemas de creencias y pensamientos generamos una cierta realidad y un entorno específico. Algo que en lo particular considero misterioso y mágico y supone un sin número de posibles submundos o realidades. Esto nos invita a pensar que si toda la materia (todo el mundo y las situaciones que nos rodean) está compuesta de millones de átomos que se agrupan de manera particular obedeciendo a la observación de todos nosotros, entonces somos nosotros mismos los responsables de nuestra “buena” o “mala” suerte, en general, de todas aquellas cosas que suceden en nuestras vidas, todo es creado a través de nuestros pensamientos y la forma en que observamos y juzgamos al mundo. No somos meras víctimas de un sistema o de la suerte, más bien somos poderosos creadores.

Esta es la matrix de nuestra realidad; el génesis de su fenómeno creativo, lo que origina un hombre espejo quien es reflejo de sí mismo y donde todo él se refracta en la forma y aspecto de su mundo. Más allá de los muchos esfuerzos que cada entidad humana realice, es el efecto de su observación del mundo el que genera su particular realidad, sea buena o sea mala, sea justa o sea injusta. Por ende, si modificamos nuestra calidad como observadores, no sólo podremos transformar nuestras vidas al punto de alcanzar nuestros sueños y anhelos sin la necesidad de tantos esfuerzos del tipo newtoniano y causal, sino que mediante este poder podremos impactar de manera más poderosa en la obtención de los mismos. Es el poderoso pensamiento humano en su calidad de observador el mayor influyente de la agrupación específica de la materia, de la vida, de los hechos y acontecimientos.

Y tú, luego de haber leído acerca de este principio aún esperarás ver para creer o comenzarás o creer, pensar y observar para ver?. Pon el mayor esfuerzo en tu interior que lo demás vendrá por añadidura. Comprende tu poder interior y busca la verdad porque ésta te hará libre. Atrévete !