EL INFIERNO ¿UNA FORMA DE ENCONTRAR LA FELICIDAD?

 

El infierno como puerta al conocimiento… 

¿Qué es la vida, sino, un compendio del infierno, purgatorio y cielo? Significaría nada si la bella historia a la que hemos llamado vida fuera solamente puro gozo, felicidad, tranquilidad y paz, pues, el hombre no desarrollaría el amor, respeto, compasión y voluntad por la vida, es decir, si todo fuera dicha no conociéramos la lucha la cual nos hace valorar lo que tenemos y lo que se nos es dado. 

Pero, ¿Qué tal si aquello de lo que gozamos en exceso nos aburre y entramos en un infierno? La ociosidad genera en el hombre pensamientos tontos, errantes, equívocos que son anclas en nuestro pensamiento, alma y mente que nos frenan, generan miedo y finalmente nos hacen seres con miedo. Podría decirse que nos convertimos en seres con ánima (alma) débil, pues, nuestro espíritu de lucha se merma, se vuelve agua que fluye que no se solidifica, se trata de recuperar porque la armadura se ha oxidado, se desgarra su corazón las perlas rodantes se vuelven rojas con dolor, melancolía y tristeza. 

¿Qué puedo decir de la puerta del infierno?  Representa la vida misma, pues, vivimos en un mundo lleno de dragones, fuego y muerte, ¿Por qué? El hombre se ha convertido en el lobo del hombre tal como lo dice aquel dicho romano porque hace infeliz a su hermano, lo menosprecia y solamente lo tolera cuando éste es “exitoso”, pues, la sociedad demoniaca tiene el deber de soportar a los demonios de mayor jerarquía porque éstos pueden mandar sobre nosotros y convertirnos en sus cómplices, y, de esa manera, nosotros los de menor jerarquía podemos escalar al “éxito”.  

Pero, el hombre es como una obra de arte: se ve de una forma, representa otra cosa y está compuesto de cosas diversas, es decir, se cumple el dicho popular “las apariencias engañan” por fuera puede radiar alegría, tranquilidad y paz pero por dentro de si se libran muchas batallas que lo merman pero a la vez lo hacen fuerte y con una voluntad inerte. 

“Aquel que por mi entra, ya no conoce la luz, se vuelve oscuridad su vida”… de esa manera inicia la entrada al infierno, en la Divina Comedia de Dante, ¿Qué nos quiere decir? El hombre, en su afán por alcanzar el cielo y la gloria y encontrarse con su amada/o (éxito o lograr plenitud) tiene que pasar por el fuego mismo, es decir, tiene que sufrir y pasar el rio de fuego en donde sus propios miedos lo guiaran, pues Caronte, el perro de seis cabezas se presentará como una muralla ante el soñador, el barquero oscuro lo llevara por el rio de fuego y dolor donde la única música que ensordece el silencio son los gritos de dolor, angustia, en donde tu único mapa es la ignorancia, el precipicio obscuro en donde el único haz de luz es la del fuego. 

¿Vale la pena sufrir todo esto para ver a Beatriz, mi amada? Pues, no tengo la respuesta solamente mis gritos de silencio podrían darte una pista, una idea que yo te quiero dar a entender, pero, ¿Cómo el silencio demuestra mi miedo, tristeza y mi dolor? Simplemente,  mi cara absorta entre el miedo y la felicidad, da muestra de que sufro y soy feliz, pues, al sufrir conozco mis límites y éstos me hacen fuerte, me ayudan a vislumbrar que seré un ser fuerte y me preparan para purificarme. En la puerta hay orgias, hombres y mujeres se “chingan” (cogen)  entre si, ¿Qué quiero decir? Octavio Paz en su Laberinto de la Soledad nos dice que chingar significa “Joder al otro, acto seguido de ver en el piso a tu hermano”, es decir, ver al otro caído, sin esperanzas, con miedo y tristeza. 

 ¿Dónde inicia lo anterior? En casa, en la escuela, en todos lados porque la gente te quiere ver como ella no como tu deseas por eso se ha inventado la educación, para tener controlado al pueblo y, en especial, a los niños tal vez por ello Pitágoras dijo: 

“hay que educar a los niños, para no condenar a los hombres”, pero, ¿Condenarlos?  La peor manera de condenar es mediante las ideas, pues, el niño no será libre y no se maravillará de la vida, sino, que la vera como un castigo tal y como lo plantea Dante Alighieri en su Comedia. 

¿Por qué el pensar te condena? Este acto es un arma de doble filo, pues, que pasaría si usted, el lector, conociera a una persona a la cual le han dicho que está enferma sin estarlo, evidentemente, esa persona vivirá pensando que tiene la enfermedad pensará que tiene los síntomas e ira de una enfermedad a otra sin estar realmente enfermo, es cierto, por ejemplo, que su sistema inmunológico se deprimirá, pero, está deficiencia es corregible solamente con que la persona cambie su ideología. Al igual, el pensar que estás bien te ayudará a no enfermarte, no pensar tonterías y, además, te dará impulso para hacer otras cosas que disfrutas. ¿Qué quiero decir? La sociedad puede enfermarte, pues, ésta en su afán por querer modelarte y exigirte te vuelve un lobo débil, que por momentos es fuerte de manera interior, pero, por otros es efímero, enfermo, decaído. 

¿Qué se debe hacer si estamos en medio del infierno? Bueno, el autor de la Comedia nos da una solución muy simple: salir y pasar a la siguiente fase de purificación. Se oye fácil, pero, ¿Cómo hacerlo? Bueno, primero que nada tenemos que reconocer nuestros miedos, debilidades y cuáles han sido las virtudes, valores, etc… que hemos perdido o, en un caso analógico, que han perdido las sociedades,  después de ese paso tenemos que identificar que significa el cielo para nosotros, y, finalmente, pelear con los miedos que nos invadan, con los obstáculos que se nos presenten y ser más grandes que ellos. Porque ,en la puerta del infierno hay un pensador así también en el peor de los infiernos hay también fe y esperanza… No hay que tener desesperación, pues, el infierno te hace más fuerte: la ignorancia, el dolor, las lágrimas, la tristeza te han enseñado mucho.  Y, querido lector, si tu pasas por un infierno, siempre acuérdate de la siguiente imagen: 

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¿Qué observas? ¿Una escultura amorfa en donde lo único que se observa claramente es un hombre pensando y tres demonios arriban de éste? Bueno, así es la vida, tú sigues con tus miedos y te encasillas pero aun así tu alma permanece inerte al igual que tu mente y tu cuerpo solamente hace falte que liberes esa energía positiva, que veas lo hermosa que es la vida y reflexiones acerca de ésta, porque, el peor enemigo del hombre es la ociosidad. Lo de abajo son todo los miedos que has pasado y que te han hecho  más fuerte, y así como pudiste superarlos de esa manera vencerás los demonios que los han provocados. 

Con lo anterior, pasarás a la época de la purificación, donde descubrirás tus potencialidades, virtudes, valores y forjarás un ser grande, fuerte y virtuoso que verá su bien en el de los demás, porque, su ideología ya no será la de los seres que te vieron en el piso y te escupieron, sino, el de un ser que levanta a los caídos y auxilia a los enfermos. ¿Para qué? Pues, para que alcances el cielo que pueden ser tus objetivos, tus más grandes sueños de plenitud y felicidad, y, de esa manera, tendrás el derecho de decirte a ti mismo la máxima de Cognos Ipsi o me conocí a mí mismo. 

Conócete a ti mismo, porque el Ser  

Se consigue conociéndose a sí mismo, 

Y, de esa manera serás feliz. 

AUTOR. 

Jesús Eduardo Muñoz García