Si tuviera Superpoderes...

in #spanish7 years ago (edited)

No volaría, no necesito controlar los elementos, la super velocidad y la super fuerza es algo trillado, la telepatía sería ser muy ambicioso, la teletransportación es algo útil aunque muy invididualista. El ser humano es capaz de cometer los mismos errores una y otra vez; así que por eso, controlar el tiempo es algo innecesario.

Después de pensarlo muy bien, me gustaría ser un gran empático. Leer la mente está bien, pero hay mentes capaces de crear laberintos y suprimir pensamientos de manera ágil en los cuales me podría perder si los llegara a subestimar, pero las emociones hablan por si solas, sentir lo que sienten las personas sería el acto mas puro de comunicación sin mentiras ni filtros. Se pueden controlar las emociones, pero no suprimirlas. Las personas serían un libro abierto para mí, llegaría a entenderlas, entendería si son malas o buenas. También produciría algunos tipos de feromonas a voluntad, este poder sería mi herramienta especial de ataque y defensa.

No necesitaría de un gran disfraz con capa ceñido al cuerpo para resaltar mis músculos y abdominales bien definidos; porque eso sí, tendría músculos perfectos, estamos suponiendo y hay que aprovechar de alimentar un poco mi ego y banalidad humana. Me mantendría siempre bajo perfil, pero atento a mi alrededor. Mi objetivo principal será limpiar a la sociedad de lo que consideraría nocivo para ésta, y para el futuro de la humanidad. Una purga de pensamientos ruines y opresores, de violencia y rabia, de emociones decadentes del ser humano. Eliminaría sin compasión algunos asesinos, violadores, políticos, fanáticos religiosos, personas que carezcan de piedad y compasión. Mediría el sufrimiento que han causado y se los devolvería el doble antes de acabar con sus existencias. Mas que un redentor; sería un inquisidor, quizás no sea una buena persona al hacerlo, pero estoy dispuesto a ensuciarme las manos.

No necesitaría trabajar. Me fijaría en algún político y sus emociones serían un ábaco para mí. Juzgaría su corazón y si es culpable; sencillo, me le acercaría, sería muy fácil pasar entre sus guardaespaldas de una manera tranquila y con una actitud agradable. Todos en ese momento están siendo víctimas de mis feromonas, las cuales le dan una sensación de tranquilidad y alegría, me verán inofensivo, saludaría cordialmente, y sonriendo provocaría en ese miserable una sensación de frenesí ante mi presencia. Totalmente cautivado, ya es presa fácil para mí. El tiene el poder, y yo su voluntad. Le quitaría una fuerte suma de dinero que gustosamente me dará. No soy ambisioso; será dinero para vivir comodamente, aunque mis zapatos de Louis Vuitton digan lo contrario, y todo el dinero que ha amasado en sus años de corrupto será donado a grandes fundaciones sociales. Me alejaría sintiendo que le rompo el corazón, dejándole un sentimiento de pena, desolación absoluta, lo suficiente para que tome una pistola, se la meta en la boca mientras llora de desconsuelo, y se dispare, haciendo un favor al mundo librándolo de su asqueante existencia mientras sus sesos decoran la habitación de un bello rojo carmesí.

A veces me sentiré impotente; sigo siendo humano, y aunque libraría al mundo de muchas escorías con poder, aún habrían muchos seres que tampoco merecen el perdón. No sólo es necesario limpiar los senados, los gobiernos, también hay que purgar las alcantarillas. En un arranque de inclemencia, me iría a las calles, caminaría, y mientras lo hago sería vulnerable antes las emociones de las personas que me rodean. Por cada paso en mi andar iré juzgando y sentenciando. Una niña preocupada porque es lesbiana y sufre por querer decirle a sus padres, una dama histérica hablando por el celular con su novio muerta de los celos, un hombre pensando en atracar a una anciana que acaba de salir del banco, dos grandulones están siguiendo a una mujer excitados para violarla. Sigo caminando y me acerco a una pequeña tienda, pido un mokaccino a la chica que atiende, esta me lo regala amablemente diciendo que es cortesía de la casa mientras le pago con una sonrisa. La niña llama a su mamá y le dice que debe contarle algo importante, una mujer que habla con su novio con voz calmada le dice que terminará la relación mientras una sensación de alegría y seguridad la invade. Se escucha de repente un balazo; todos corren a ver lo sucedido, un hombre entró en un ataque de pánico y en plena calle saco una pistola y se disparó en el corazón. Todos van a ver la gran escena, excepto 3 personas, dos hombres que entre la algarabía aprovechan para irse a un callejón para darse placer mutuamente, el mejor que han tenido en su vida; y yo, que disfrutaba de mi mokaccino.

Tomaría un taxi para regresar a casa, siento la ansiedad del conductor que mientras maneja va leyendo un mensaje de texto en el celular, era su amante que lo espera en la noche para una desvelada de sexo ardiente. Al llegar a mi destino el taxista me dice que la carrera es gratis por ser la última que hará en el día, pues irá a buscar a su familia para sacarlos a cenar, tenía tiempo que no les regalaba un gesto así a las personas que de verdad ama, yo le sonrío y le digo que disfrute ese momento.

Quizás esté violando el libre albedrío que por "derecho divino" nos fue dado; pero no me importa, para cómo está el mundo y por dejar que las personas hagan los que les dé la gana; buenas o malas, sin respeto alguno por él que tienen al lado, sin darle valor a los demas, nos hemos corrompido en hacer mal las cosas. Somos una desidia de ejemplos para las generaciones futuras, definitivamente el mañana es desconcertante.

A veces pienso que nuestro derecho de elegir nuestro destino es una trampa de Dios que conoce nuestra frágil convicción para hacer el bien, y disfruta como un sádico la escena de dolor y odio en la que estamos inmersos los seres humanos mientras bebe el agua que recién convirtió en vino junto con algunos santos viendo el programa favorito de los sábados por la noche; "Mortales".

Si tuviera superpoderes no estuviera orgulloso de las cosas que haría, no disfrutaría la mayoría, no haría alarde de mis actos, y no tendría perdón de Dios, pero no me importaría. Si eres un corrupto político que se llena los bolsillos mientras hay niños en las calles con hambre; te haré pagar, si golpeas a tu esposa, a tus hijos; conocerás el dolor, si te gusta violar niños; sentirás como se te destroza el culo con sufrimiento hasta que pierdas la conciencia, si no tienes respeto o valor hacia la vida; te haré desear la muerte y sufrirás en agonía tortuosa por no encontrarla mientras respiras con dolor. No seré un héroe, no seré un salvador, sólo seré alguién que hará cosas que muchos desean hacer y no se atreven por miedo, por moral, por leyes, por fe, por disfrute.

Al final de cada día llegaría a casa y tendría a alguien que me reciba con los brazos abiertos, ¿quién dijo que el amor está prohibido para los superhéroes?. Haremos el amor toda la noche, el mas excitante de todos, tengo poderes que me ayudan a que sea una experiencia sobrehumana. Al despertarme en la mañana tendría a alguien que me esté mirando y me dé los buenos días con un beso y me diga: - ¿sabes que te amo verdad? - Lo sé. Le diré sonriendo.


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saludos @juanitojones respeto lo que dices respecto a lo que crees que Dios hace, sin embargo creo que el libre albedrio es un maravilloso regalo que nos permite desmostar amor sincero por los demás, no de manera automática. cada ser humano es responsable de sus acciones y tiene que reconocer que todo lo que sembramos eso es lo que recogemos, tarde o temprano los corruptos y aquel que hace mal recogerá el fruto de su labor

Totalmente de acuerdo contigo. Muchos saludos y gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Me encanta :)
Solo diré eso.