Cansado de recoger el zumo prestado,
no supo reencontrar el camino,
y quizá por eso, no pudo volver.
Lo intentó todo.
Escarcharse por el fuego,
suspirar pavor,
humedecer universos,
y hasta volverse rincón.
Convulsionado por abrazos de nadie,
se acurrucó en el futuro de todos,
pero el futuro se fue sin él,
y nadie se lo dijo nunca.
Por estos tiempos, lo vi rozando andenes.
Estaba regalando cuevas, tamaño mariposa.
Lo vi sudando nada,
abrazando piedras de cal,
y suspirando por la arena.
Buen poema, @juanitojones. Primer texto tuyo que leo. Aprecio que logras, con las imágenes usadas (que muestran cierta desolación y fracaso), una efectiva atmósfera del extravío del sujeto poético que presentas. Saludos.