Alguien, posiblemente algún anónimo sabio popular, dijo una vez aquello de: la Imaginación al Poder, de la misma manera que un extraordinario poeta, Gabriel Celaya, afirmó contemplativamente, que ‘la poesía es un arma cargada de futuro’.
Otro poeta, Luis Cernuda, introdujo el concepto del ‘síndrome de Bizancio’, para referirse al paso inefable del tiempo.
Y Walt Whitman, nos abrió su pecho para describirnos el desgarro de un mundo, donde tan importante era el nacimiento de un brote de hierba, como el último suspiro de una hoja, arrancada de su rama por el viento inexorable del otoño.
Por eso, creo que la fotografía, sin imaginación y sin poesía, tendría el mismo valor que una simple fotocopia.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual.
Tu publicación me trae también recuerdos de Espronceda: "Hojas del árbol caídas/juguetes del viento son:/"¡Las ilusiones perdidas/¡ay!son hojas desprendidas/ del árbol del corazón".
Enhorabuena.
Ahí le has dado, estimada amiga @versofuster: maravillosa la poesía de Espronceda y sobre todo, dos de sus más grandes creaciones, 'El estudiante de Salamanca' y 'El Diablo Mundo'. Muchas gracias por tu comentario y un afectuoso saludo.