Saludos de nuevo, steemians!
Cierro este artículo de opinión de Los archivos del Pentágono con la tercera y última parte, la Conclusión. Primero hablaré del director y de los actores principales y para finalizar, daré una valoración global de la película.
Las reglas son las mismas. Al dividirlo en tres partes, el Destripe se concentró en la segunda. Aún así, no está de más repasarlas.
- Avisaré con un cambio de icono cuando vaya a destripar contenido. El icono (en este caso el ojo) se rajará, derramándose su interior. Aconsejo al que no quiera saber demasiado que salte hasta que se cosa de nuevo para seguir leyendo. No quiero estropearle nada a nadie. :-)
- Al final del artículo pondré una valoración de 0 a 10 a modo de conclusión numérica completamente subjetiva.
STEVEN SPIELBERG
Me interesan mucho las películas de este director. Cada vez que estrena una nueva, ya estoy contando los meses para que pueda verla en la pantalla grande. Steven Spielberg es cine. Respira cine. Me lo imagino hasta comiendo o cenando en su casa y viendo alguna película que hagan en la televisión. No creo que se canse de ellas. Todos los actores quieren trabajar con él, y él sabe arroparse de buenos actores, como el perro que se come la cola. Spielberg ha luchado por no encasillarse en cine de aventuras o acción y casi siempre ha conseguido hacer lo que ha querido, películas que emocionen. En eso es uno de los mejores, un contador de historias con todas las letras.
Lo filma todo con precisión, consiguiendo que una historia compleja se muestre ante nuestros ojos de forma sencilla, que las preguntas se vayan resolviendo casi solas, como por arte de magia. Limpiando todos y cada uno de los fotogramas de cualquier tipo de confusión que pudiese alejarnos de su mensaje. No necesita largos diálogos explicativos. Como buen artesano, se basta con las imágenes. Parece tener muy claro lo que quiere decir e intuyo que es de esos directores que no corta casi nada, que lo tiene tan claro que filma lo que quiere y ni un fotograma de más.
Sin embargo, a pesar de su buena letra, esta película no me ha llegado. A pesar de su buena producción y el correcto trabajo del elenco de actores. A pesar de la gran banda sonora del maestro John Williams , que recomiendo escuchar con atención porque es una delicia. A pesar de los pesares, se me hizo larga. No llegué a atravesar la pantalla. No entré en el juego. Como si estuviese todo tan preparado que ya se supiese cómo va a quedar el partido. Como he explicado en la parte dos, el Destripe, no me pareció que lo que estaba viendo fuese real. Todo lo contrario, me veía a mí mismo viendo la película y llegado el último tercio perdí lo que pocas veces he perdido en una película de Spielberg: interés.
HANKS como BRADLEE
El editor del Post lo interpreta un Tom Hanks de carrillos hinchados y mueca constante. Una cara que no dice nada, o peor, que dice lo mismo todo el rato. No acabo de creérmelo. Ni cuando apoya los pies en las mesas. Ni cuando da una orden. Por no creerme no me creo ni su corbata. Suele pasar con los actores famosos, tan sobreexpuestos en los medios que miramos a la pantalla y no vemos a sus personajes, los vemos a ellos. Tom Cruise siempre es Tom Cruise. O casi siempre.
Y aquí Hanks es Hanks con flequillo. Y esto es algo triste para un actor de su talla. No reconozco a aquel que consiguió emocionarme en Náufrago, de Robert Zemeckis. Un tipo que aguanta la cámara durante las dos horas y veintitrés minutos de metraje, que lleva su cuerpo al límite y que te hace sentir gran pesar cuando una pelota de playa desaparece mar adentro, no puede ser mal actor. Y sí, que no resulta muy expresivo, pero en ocasiones como aquella en la remota isla y más aún a su vuelta a la civilización y a una vida borrada por la marea, se intuía su tristeza en cada uno de sus poros. Se sentía el peso en su alma de una vida perdida. Despedía verdad y fuerza en unos ojos brillantes aunque su rictus pareciese víctima de un taxidermista ocioso.
En esta película no veo ni rastro de aquel actor que me hizo llorar, como si la marea se lo hubiese llevado también a él al acabar aquel film.
STREEP como GRAHAM
Meryl Streep es dueña y señora de todos sus tics marca de la casa. Ese apoyar la cabeza sobre la mano, quitarse las gafas y dejarlas caer a un lado. Morderse la uña del dedo. Dejar la boca abierta cuando está pensando qué decir. La hemos visto hacerlo muchas veces, pero es como ese viejo chiste que tan bien cuenta nuestro tío en Navidad: que siempre nos hace gracia.
Te crees su personaje, tanto de madre, como de amiga y directora de periódico. Lo hace con pasmosa naturalidad, una facilidad tan asombrosa, que llegas a pensar que no es para tanto, que seguramente ella sea así en la vida real. Y luego te pones a pensar en todos los papeles que ha interpretado en los últimos años y te das cuenta que ha hecho de todo, desde un ama de casa aburrida a una cantante de rock. Te convences de que lo que esta señora tiene es un talento desbordante.
En Los papeles del Pentágono me ha gustado especialmente en una de las reuniones del periódico cuando, rodeada de hombres y con sus notas preparadas, empieza a notar la presión y no logra decir lo que tiene anotado y mucho menos lo que piensa. Nos transporta, con gran realismo, a todos esos momentos en que hemos estado en situaciones parecidas. Sentimos todas las miradas clavándose en cada uno de nuestros poros. No podemos ni tragar saliva. Su cara de decepción cuando su hombre de confianza debe continuar la exposición ante su incapacidad, es de las que nos hace daño. Consigue, como Spielberg, hacer parecer fácil lo difícil.
REPARTO
El resto de reparto cumple su labor de forma sobria. El brillo se lo reparten los dos grandes y los demás se conforman con las migajas poniendo la mejor de sus caras. Son muchos los actores que desfilan y pocas las ocasiones en las que ni Hanks ni Streep se les ponen por delante.
Sarah Paulson, que consiguió buenas críticas con su papel en American Crime Story, está desaprovechada como la mujer de Bradlee. Lo mismo que Carrie Coon, una actriz que me encantó como Nora en Leftovers y que tenía muchas ganas de ver aquí, pero no con un papel casi testimonial.
Si tuviese que destacar alguno, me quedaría con ese periodista que ya he comentado antes, Bagdikian, interpretado por el carismático Ben Odenkirk, el Saúl de Breaking Bad y Better call Saul.
CONCLUSIÓN
Un gran director, grandes actores, buena factura. Pero quizá la sensación que tengo es de haberlo visto todo antes. Antes incluso de conocer la existencia de los papeles y de gozar de la magnitud del Post. Quizá la culpa sea mía, que estos temas tan americanos, donde parece que su sociedad es la más justa, la prensa tan independiente, siempre me parece cansino y panfletario. Si además, no hay ninguna sorpresa en la narración, ninguna vuelta de tuerca, el producto final me acaba pareciendo manufacturado y envuelto listo para la fácil digestión.
VALORACIÓN FINAL: 6.6/10
Impresionante el trabajo que hiciste con esta serie de artículos! Es realmente emocionante ver acá en Steemit a gente con tal amor por el séptimo arte, y con esa capacidad que tienes para diseccionar a profundidad una película.
Un placer haber sido mencionado en la segunda parte de tu serie :)
Sigue así, yo seguiré leyéndote. Saludos.
Muchas gracias, @wilmarnm! Como te dije, me encantó tu artículo y tu punto de vista.
He visto que también te encanta el cine, y no solo eso, sino que lo estudias y has participado en el montaje de dos cortos! Tengo el artículo listo para leer, pero primero quiero verlos. Este fin de semana te escribo y te cuento que me parecen.
Nos leemos! :-)
Excelente trabajo, sigue así. Saludos.
Gracias por tus palabras de ánimo, @kansas21!
Nos leemos por aquí! :-)