Durante el principio de la Primera Guerra Mundial, la noche de navidad de 1914, tropas Alemanas y Británicas dieron un cese al fuego para convivir, al menos por una noche, como amigos en vez de enemigos. Todo comenzó cuando ambos lados de una trinchera en Ypres, Bélgica, gritaron saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a encontrarse en la tierra de nadie, donde hubo un intercambio de regalos: se dieron whisky, cigarrillos, chocolate, etc. De hecho, se habla de que tomó lugar un partido de fútbol, el cual terminó 3-2 a favor de Alemania.
Nunca es mal momento para recordar ésta historia de humanidad, porque todos los días nos enfrentamos a situaciones en las que tomar el ejemplo de éstas tropas es la mejor opción. La navidad de 1914 se repite cada vez que perdonamos a un enemigo, compartimos con gente distinta, o confiamos en un desconocido. Hay que honrar la memoria de éstos soldados con actos de buena fe, y en vista de eso, llevé a cabo el dibujo que muestro a continuación. Feliz Navidad.
¡Gracias por ver mi blog! ¡Agradezco tu tiempo y tus comentarios!